Opinión

No hay que salvar las navidades, lo que hay que salvar son vidas

En la calle hace días que huele a castañas. Los días pasan. Vamos que si pasan. En un abrir y cerrar de ojos hemos dejado atrás el verano y nos hemos presentado en Navidades. Este año no serán iguales, las circunstancias así lo dictan. No hay que salvar Navidades, lo que hay que salvar son vidas. Las y los profesionales sanitarios se han dejado la piel y muchos de ellos incluso la vida. Han hecho una gran labor esos grandes profesionales y, como sociedad, tenemos que valorarlo y ser responsables también en nuestros comportamientos a nivel individual y colectivo. Y en ello nos va superar a la pandemia.

La mayor parte de la gente cuando se enfrenta a un cambio, dedica un momento a analizar el pasado. Muchos de nosotros nos prometemos llevar una vida más saludable, pero no somos los únicos que necesitamos cambiar. También debemos pensar en el mundo que nos rodea. Nuestro planeta va de mal en peor. Si seguimos usando los recursos al ritmo actual, para el año 2050 necesitaremos, en conjunto, el equivalente de más de dos planetas para sostenernos. El reto de armonizar un mundo que se encamina hacia los nueve mil seiscientos millones de personas a mediados de este siglo con un sistema climático cuyas costuras ya han comenzado a desgarrarse nos confronta con un desafío moral sin precedentes. Es el desafío que definirá a nuestra generación. ¡Felices Fiestas!