Opinión

La administración norteamericana tiene una deuda moral con el pueblo afgano

El conflicto afgano es sumamente complejo y la crisis humanitaria que inevitablemente va a provocar la retirada de las tropas estadounidenses y que la UE quiere evitar para que no se produzca un éxodo masivo como el sirio, no será la única aunque si la que nos compete ahora a nivel internacional.

Desde la década de los setenta, Afganistán ha sido un tablero de ajedrez a nivel geopolitico y estratégico entre los dos grandes bloques de la guerra fría. El bloque soviético comandado por la Unión Soviética, y el bloque occidental con Estados Unidos a la cabeza, pero tb con el apoyo muchos otros países occidentales además de Israel o Arabia Saudí. Fue desde la década de los setenta una lucha entre el bloque soviético y el norteamericano por hacerse con el control de Asia central.

Al más puro estilo de lo que ya ocurrió en el caso de Vietnam. A finales de la década de los setenta del siglo pasado y tras el triunfo de la revolución afgana que aupó a un gobierno socialista en la llamada República democrática afgana con claros tintes socialistas. En realidad comunistas bajo el control ruso que en realidad la instauró. La URSS no es que buscará lo mejor para la población afgana, sino el control estratégico militar de la zona en conflicto con su principal vecino, Paquistan.

Desde entonces tanto el régimen pakistaní como USA financiaron a los talibanes (escisión muyahidim originaria del norte de Pakistán) para derrocar a la recién creada República democrática de Afganistán y así frenar la expansión y el alcance del régimen soviético comunista. Objetivo que se consiguió casi una década después con la retirada de las tropas soviéticas y la caída de la Unión Soviética. Fue en ese momento cuando los talibanes se hicieron con el poder e instauraron el estado islámico fundamentalusta en la zona fronteriza con Paquistan y poco después a todo el país, con el beneplácito de los USA.

Posteriormente y desde finales de la década de los ochenta poco a poco el régimen talibán escapó al control norteamericano hasta el punto álgido de los afectados del 11M y la posterior invasión estadounidense. Si bien es cierto que las tropas norteamericanas han contribuido a una cierta "paz" y a que la sociedad afgana pueda mantener un mínimo de derechos, no es menos ciertos que fueron los norteamericanos quienes a comienzos de los ochenta desentsbiluzaron al país con el apoyo a los fundamentalistas primero y la derrota de la legítima revolución afgana después. Por ello en ningún caso puede verse como una solución sino como unmal meno a una situación que ellos mismos provocaron por sus propios intereses a lo que hubiera sido el desarrollo legítimo y natural del propio pueblo afgano. Llegados a este punto, si bien a la administración estadounidense se le hace inasumible el coste económico y militar para mantener un cierto orden en la zona, además de la mayor parte de la opinión pública en su contra, un gobierno demócrata que se precie, presidido por Joe Biden, debiera set el primero en hacerse cargo del éxodo de la población afgana.