En los años posteriores a la Guerra Civil, se celebraba tradicionalmente el día 28 de junio, víspera de San Pedro, en el casco viejo de Tudela una gran verbena popular. El grueso de la verbena, con baile y hoguera incluida, se festejaba en el bar de Pelayo justamente donde hoy entonces era el embarcadero. También en las 8 tabernas que había desde la Magdalena hasta San Nicolás: La Gitana, el Tonel, el Gayo, la Calera, San Antón, la María, la Guitarra y el bar Moderno.
A finales de los años 60 ocurrió un grave accidente de tráfico justamente la tarde del 28 de junio, donde fallecieron varios populares personajes de Tudela con gran relación con este barrio. Ese hecho ocasionó tal sentimiento, que inmediatamente se suspendió la verbena ese año y posteriores. En el 1975 lamento no acordarme por parte de quien se propuso reanudar la verbena, pero sí que recuerdo que la improvisada voluntad de ponernos manos a la obra gentes de todas las edades del barrio. La tienda de la Purísima, enfrente Huerfanicos regentada por Emilio Santos, fue el centro de mando, desde el boca a boca se comenzaron a realizar tareas como, por parte de los jóvenes vecinos, comprar banderas y guirnaldas en el estanco Topero en San Jaime y pedir escaleras para colocarlas. Las mujeres en su casa hicieron chocolate y leche con canela que se obsequiaba a los que vinieron por la noche. Muchos vecinos se enteraban sobre la marcha de lo que se estaba preparando y todos colaboramos de una u otra forma. Había muchas ganas de recuperarla. Se formó una hoguera en la parte posterior de la Magdalena, y la música de tocadiscos con bafles en las ventanas de algunos vecinos la armonizó.
Y así de simple y de improvisado fue la recuperación de la entrañable verbena de San Pedro. Al año siguiente ya se estaba formando la Asociación de Vecinos del Casco Viejo y la reunión fue en Huerfanicos con gran asistencia y colaboración. Una peña recién formada cuyo nombre era Gaztetasun y que tenía su sede en el corazón del barrio, pusimos nuestras instalaciones a la disposición de los vecinos para entre otras cosas hacer leche con canela. Y así hasta nuestros días que la verbena de San Pedro del Casco Antiguo, está totalmente consolidada para alegría de todos.
