Opinión

¿Por qué Navarra se llama Navarra?

Durante este pasado fin de semana, al albur de otra batallita -Roncesvalles- harto instrumentalizada con fines políticos y propagandísticos, he visto por las redes algunos apuntes de usuarios que, francamente, me han llevado a esta reflexión: ¿Por qué Navarra se llama Navarra?

Así se despachaba el susodicho usuario, al parecer de Tudela, al cual no citaré por no darle publicidad:

1) «Es tan antiguo el nombre de Iruña y hablaban todos en euskera que decidieron llamarle primero Reino de Pamplona y luego Reino de Navarra.»

2) «Sancho el Sabio, el mismo que dio fueros a Vitoria y durante cuyo reinado su dominio llegaba a las actuales Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, decidió llamarse "rex Navarre". Pudo haberse llamado "Rex Vasconie". Pero ni se lo planteó. Así que falta al respeto su "reino vasco".»

Personalmente ambas afirmaciones me han hecho pensar sobre el asunto. Especialmente la segunda afirmación ya que corresponde, precisamente, con el único periodo de la Historia de Navarra donde Navarra, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, así como, quizá ya, algunos territorios al norte de los Pirineos, estuvieron, durante pocos años en algunos casos, bajo la tutela del trono de Sancho VI el Sabio y Sancho VII el Fuerte. Siendo precisamente durante estos dos reinados cuando se realiza un importante cambio en denominación del reino: se pasa de "Reino de Pamplona" a "Reino de Navarra". O siendo más precisos, de ser "pampilonensis rex" a "rex Navarre". ¿Por qué se le puso Navarra y no otro nombre?

El corónimo "Navarra"

Sobre el corónimo "Navarra" pueden leerse algunos breves apuntes en este blog. Aunque nos llega siempre que en Roncesvalles eran "vascones" quienes se enfrentaron a los francos de Carlomagno se obvia que son varias las fuentes que mencionan "vascones y navarros". Y no es la primera vez que se usa esta conjunción copulativa. Por mencionar otro caso, Aymeric de Picaud habla de "vascones y navarros" que viven cercanos unos a otros y comparten algunas costumbres. Pero siempre distinguen dos entidades étnicas. No dicen dicen nunca "vascones o navarros" como si hablaran de dos nombres para lo mismo. Es un matiz tan simple que interesadamente se mutila y los efectos son conocidos.

¿Por qué "pampilonensis rex" y no "iruñensis rex"?

Cuando se habla de pamploneses, no hay que caer en el error de pensar en todo habitante de Pamplona y alrededores. Un rey, en esos siglos iniciales de la Reconquista, era más un señor de señores, un líder entre líderes, si lo prefieren con una terminología más actual. Un "primus inter pares" se suele mencionar con más poso. Eran un puñado, una docena o poco más, esos pamploneses englobados en esa cláusula de "pampilonensis rex". Más adelante también se les dice barones o "ricoshombres". El resto eran irrelevantes. Entonces se era rey de esas personas, no tanto  de territorios. Esos señores nobiliarios, entre los cuales el monarca era -insisto- uno más, eran los propietarios de tierras y bienes, aparte de las pertenecientes a entidades eclesiásticas. Luego fue cambiando con nuevos grupos sociales (burgueses, etc). Y sobre esta base hablar de "reino de Nájera-Pamplona" es incorrecto. Es cierto que la corte real estuvo en Nájera y eran reyes "en Nájera", "en Pamplona", "en Tafalla", etc. ¿Por qué no llamarlo igualmente "reino de Tafalla-Pamplona"? ¿O "reino de Sangüesa-Pamplona" siguiendo la misma lógica? Es otro cuño anacrónico y actual usado para justificaciones identitarias. Y por otro lado, ¿por qué "Pamplona" y no usaron el nombre más vernáculo de "iruñensis" como sí llegaron a usar los obispos? Acerca de este último punto invito al lector curioso e inquieto a conocer el artículo de Miguel Larrambebere Zabala: «Pamplona» e «Iruña» (siglos XI y XII) donde expone razones muy pausibles y  fundamentadas.

De reino de Pamplona a reino de Navarra

Las vicisitudes históricas hicieron que el trono de Pamplona y Aragón se unieran bajo el mismo monarca. Que se volvieran a separar. Y de este dime y direte pudieron surgir dudas fundamentadas sobre la legitimidad de uso del título de "rey de Pamplona". Legitimidad que venía de la mano del papa, la persona que oficialmente sacralizaba tales titulaciones. ("Rex gratia Dei").

Estamos en el reinado de Sancho VI el Sabio, un reinado muy largo, por cierto, de unos 44 años. Era hijo de García Ramírez el Restaurador, así apodado por no acatar el testamento de Alfonso I el Batallador y reinstaurar una línea regia más autóctona en el antiguo reino. García Ramírez se casó con Margarita de l'Aigle, sobrina del conde Rotrou de Perche, señor de Tudela. Este enlace, controvertido y lleno de desencuentros, tuvo como consecuencia, por ejemplo, que Tudela pasara más tarde a un control directo del trono y, con ello, los dos Sanchos (VI y VII) mostrarían gran afección por esta ciudad. No hay que olvidar que Pamplona, como dominio, era del señor obispo y el rey, otro señor más, al fin y al cabo, debía dormir "en su casa" (Tiebas sobre este aspecto puede contar una buena historia).

A Sancho VI se le conoce como el rey que cambió la titulación. Fue quién realizó, usando términos actuales, un "cambio de marca", pasando, además, a titularse "rex Navarre". Esta vez ya se alude al territorio, no a un puñado de señores. Posiblemente a este "nuevo título" el papado sí podía dar su bendición y aprobación oficial como hizo más tarde, ya durante el reinado de Sancho el Fuerte. Era un título sin problemas de legitimidad que, al mismo tiempo, marcaba una nuevo ámbito de autoridad e iniciaba una nueva era.

¿Por qué Navarra?

Y ¿por qué Navarra y no Vasconia? Recuerden que es de la época del Sabio la controvertida frase "lingua navarrorum" que aupa a los altares el nacionalismo vasco cuyos juglares asocian esa referencia con el batua de ahora directamente, con "el euskera" (en singular, sí), como si entonces sólo hubiera uno y no siete variantes (o más, vaya Ud. a saber). 

Siendo así, repito, ¿por qué uso el término "Navarra" si gobernaba sobre gran parte del territorio de los vascos? ¿De dónde se sacó lo de "Navarra"? Pues se pueden buscar muchos fundamentos. El nunca bien ponderado don Ángel Martín Duque ya apuntaba que una posible acepción del término "nabarri", una de sus posibles explicaciones, iba pareja a la reja del arado. Habiendo incorporado la actual Navarra meridional, fundamentalmente labriega como gran parte de la Navarra media, buscó quizá el monarca dar cabida a todos ellos. Para él eran los importantes y relevantes. Sancho el Fuerte no desdijó tal título. Más aún, si el vocablo "nabarri" era ya eúskaro ¿no debería ser en euskera realmente Nabarra? Don Arturo Campión así usaba tal término. Entonces, ¿a qué viene ese neologismo de Nafarroa? Por cierto, si como se afirma, el euskera era una lengua ágrafa que asumió el alfabeto latino para su escritura ¿de dónde surge la afirmación que la inexistencia de la "v"? ¿Desde cuándo no existe y en base a qué se afirma tal? Si hablamos del fonema franco más fricativo para la "v" ¿viene del francés "Navarre" el actual "Nafarroa"? ¿Parece una evolución el uno del otro? Entonces ¿existe o no existe la "v"?

Conclusión

En este aspecto, una lengua, el actual Euskera v2.0, lengua que se suponía asentada y usada, ha sufrido una exigente revisión bajo parámetros más políticos que históricos, imponiendo sus denominaciones, sus topónimos. Nunca bajo referendum, preguntando a los vecinos de turno, a los navarros cómo querían denominarse en euskera. Se maquilla todo. Se impone. Por decreto académico de una institución vinculada a un partido que lleva más tiempo que Franco gobernando sin decolorarse. Es un hecho insólito lingüísticamente esta imposición toponímica sin parangón en otras lenguas. No los establecen los vecinos sino un puñado de paniagudos con una versión 2.0 de una lengua que parece que era milenaria y ahora es cincuentona. California o Florida, con una gran abundancia de toponimia en español, son anglófonas. No se han rebautizado sus términos a golpe de vara académica en aras a parecer más anglosajona. Y miren que los anglosajones parecen muy suyos en esas cosas. Sin embargo, respetan ese pasado e, incluso, sienten orgullo. Se dedican a los problemas reales y cotidianos de sus ciudadanos, de esos nabarros que pudieron inquietar a nuestro rey más sabio. El rey que nos dio sabiamente el nombre de Navarra... o Nabarra.