Durante los últimos años he recibido, personalmente y en distintos casos de mi familia, una pésima asistencia por parte del Hospital Reina Sofía de Tudela.
Yo sufrí una negligencia médica que me mantuvo trabajando con un hombro roto durante casi un año.
Pero lo más grave fue lo que le sucedió hace 3 años a mi hermana y últimamente a mi propia hija, las cuales vieron cómo sus vidas llegaron a pender de un hilo en sus respectivos partos.
Considero que cuando una mujer va a dar a luz, va a dar vida; no a jugarse la suya propia. Y eso es lo que les sucedió a ellas.
Pienso que esta situación de indefensión es culpa de los políticos, quienes no invierten lo suficiente nuestro hospital.
Considero que los propios trabajadores, o no están suficientemente preparados para realizar su labor o carecen de los medios necesarios para ello.
Por ello, con esta denuncia pretendo movilizar a políticos, sindicatos de la ciudadanía de la Ribera en general para que, todos unidos, reclamemos que dar a luz en Tudela sea igual que dar a luz en Pamplona.
Como navarros que somos, tenemos los mismos derechos. Pagamos los mismos impuestos tanto aquí como allí, con lo que, en justicia, deberíamos tener el mismo acceso a los recursos sanitarios y médicos.
Y también quiero llamar la atención, de forma más concreta, a todas las mujeres integrantes del Parlamento de Navarra y preguntarles si ellas mandarían a sus hijas a dar a luz a Tudela. Y también se lo preguntaría a la Presidenta del Gobierno foral que, como Ribera que es, debería ser la primera en dar una solución a este asunto.
