Opinión

No me quito la boina

Delante de los trabajadores que riegan las plantas con el sudor de su frente me descubriré, pero delante de esos liberados sindicalistas y enlaces que pactan con el diablo para estar ellos bien y los de la zanja contra más hondos mejor. Estos son los de UGT y Comisiones subvencionados por el gobierno y la patronal. Menos horas sindicales y más huevos para los eventuales, ¿dónde está la presión para la reforma laboral?, en el Bulli con grandes comidas y, pacto de patos, consuelo de gansos. A los trabajadores nos van a quitar hasta lo bailau. Marcelino e Iglesias si levantaríais la cabeza os iríais a las minas de Asturias y León a recordar aquellas luchas, ahora éstos horas sindicales y trepando como hiedras amén.

Pero hoy voy a hablar de la importancia de la boina, que sirve más que estos estómagos agradecidos. La boina prenda singular con muchos usos, sirve para no pasar frio, para ir elegante, para que te digan paleto, para sacudirte el polvo del cuerpo, para limpiar el cristal del coche cuando se empaña, para sacar el puchero de la lumbre y no quemarte, para llevar las aludas antaño, para los cepos y costillas. Dándoles la vuelta sirve para decirle a otros que alguno estaba mintiendo o exagerando si la ponías boca arriba, para decirle que no cabían todas las mentiras que decía, etc. Y ahora sirve para que te miren, pues esta en desuso, con lo que fue la boina en el siglo pasado para decirte campeón cuando te la ponen. Y si te la tocan o te la capan para romper relaciones por falta de respeto un objeto tan pequeño y negro y de lana vale más que todos liberados y enlaces sindicales de UGT y comisiones. 

¡VIVA EL 1 DE MAYO! GORA LENENGO MAITZAREN ETA KITTO Y PUNTO