Opinión

¡Que vienen, que vienen!

El verano comienza a derretir poco a poco el calendario de la redacción y ya ha adelgazado tanto que en breves habrá que darle de comer un poco; de esos huevos con patatas fritas que nos va a preparar el compañero Mikel el próximo día 24, para empezar bien las fiestas de Santa Ana.

El verano comienza a derretir poco a poco el calendario de la redacción y ya ha adelgazado tanto que en breves habrá que darle de comer un poco; de esos huevos con patatas fritas que nos va a preparar el compañero Mikel el próximo día 24, para empezar bien las fiestas de Santa Ana. Bueno, huevos con patatas y chistorra. Bueno, y ya que tenemos la sartén con aceite, qué tal si echamos también unas ‘panceticas’ y un poco de jamón. ¡Ah, y un poquillo de esas hamburguesas de las que tanto presume!

Es ver el mes de julio, con sus subrayados al final de mes, y empezar a pensar en los desayunos, almuerzos, vermús, comidas, meriendas, cenas y recenas (posiblemente el orden varíe un poco) que se avecinan. Pensar también en las visitas a las peñas, reencontrarte con viejas glorias riberas que la actualidad las tenían perdidas y en las intensas jornadas que se avecinan desde los encierros hasta los fuegos artificiales, con los respectivos homenajes y conciertos de por medio.

Llegan días de fiestas, de celebración y de diversión. Días en los que todos tenemos que disfrutar sin olvidar el respeto hacia los demás. Días en los que, aunque sean fiestas, no todo vale. Días especiales para los religiosos y para los fiesteros. Días que estarán llenos de pequeños detalles, de pequeños matices que se guardarán en un cajón de nuestros recuerdos para cuando nos hagan falta.

Los cohetes ya están preparados, las peñas ya están organizadas y las calles aguardan para teñirse de blanco rojo mientras los periodistas sacamos brillo a nuestras cámaras de fotos. 

Vienen las fiestas de Santa Ana y nosotros ya estamos preparados.