La entrega por el PSN a la derecha navarrista de UPN de las alcaldías de Pamplona y Estella provocó un amargo resquemor entre los ediles soberanistas de Iruña y Lizarra, por lo que en las negociaciones con Chivite, Bildu habría exigido la presentación de mociones de censura en Iruña y Lizarra para sustituir a los alcaldes navarristas de UPN por candidatos de EH Bildu siguiendo su estrategia de incrementar su poder municipales.
Dado que Ibarrola carecía de la necesaria empatía política para lograr acuerdos con otros grupos municipales al no disponer de la mayoría absoluta en el consistorio, era inevitable que los partidos de la oposición alcanzaran pronto una conciencia más elevada que les permitiera realizar un salto evolutivo y lograr un cambio de mentalidad que facilitara la presentación de una moción de censura contra ella.
Así, tras conseguir Pedro Sánchez ser investido de nuevo Presidente del Gobierno, habría llegado ya la hora del " jaque mate a la Reina pamplonesa", mediante la presentación de una moción de censura que contaría inicialmente con el apoyo de todos los grupos de la oposición y que permitiría a Asirón ser investido de nuevo Alcalde de la vieja Iruña y a Ibarrola conocer la otredad desde el duro banco de la oposición.
La argumentación de dicha moción de censura a la navarrista Cristina Ibarrola estaría sustentada en los siguientes principios:
- Falta de empatía política para lograr acuerdos con otros grupos municipales al no disponer de la mayoría absoluta. Así, el pensamiento de Ibarrola sería rígido e incorregible, no tiene en cuenta las razones contrarias y sólo recoge datos o signos que le confirmen el prejuicio para convertirlo en convicción, de lo que sería paradigma la intención de realizar un sondeo de opinión en el contencioso del parking de la Plaza de la Cruz que resulte favorable a su tesis de construirlo.
- Rasgos autocráticos en la toma de decisiones.Ibarrola adolece de una desconexión con la realidad que le impide ser consciente de que gobierna en minoría, por lo que no duda en actuar al margen de los Plenos municipales en la creencia de que "sus iniciativas no son partidistas y sólo persiguen el bien de la ciudadanía pamplonesa" y en consecuencia, la toma de decisiones se realiza de manera unilateral, marginando sistemáticamente el obligado debate en los Plenos Municipales.
- De ello sería paradigma la invitación cursada por Ibarrola a los Reyes de España para la celebración del 6° Centenario del Privilegio de la Unión, (que simboliza la Unión de los Tres Burgos de la Iruña medieval bajo el reinado de Carlos III el Noble), decisión autocrática y estrambote histórico cocinada al margen del Pleno Municipal.
- Igualmente, Ibarrola se habría contagiado de la llamada" enfermedad del Poder”, que significa desmesura. Así, la Alcaldesa Ibarrola se cree dotada de un talento y un poder extraordinarios, debido a que "las deidades le han elegido para la alta misión de colocar a Pamplona en el foco mediático nacional e internacional".
Sin embargo, dado la extrema polarización de la sociedad tras la presentación por el PSOE de la Ley de Amnistía, Chivite habría recibido órdenes tajantes de Madrid de no alterar el actual status quo del Consistorio pamplonés y guardar en el cajón del olvido la prevista moción de censura contra Ibarrola para evitar un nuevo Ferraz en la sede socialista del Paseo de Sarasate, escrache que por metástasis podría extenderse al resto de la geografía foral y pondría en peligro la actual " PAX CHIVITIANA".
Dicho órdago socialista colocaría a Bildu en la tesitura de mantener o finiquitar se apoyo parlamentario a Chivite, pues en el supuesto de una negativa de Bildu a Chivite para aprobar los Presupuestos, UPN ofrecerá gustosamente su apoyo parlamentario a Chivite tras lograr el doble objetivo de marginar políticamente a Bildu y conservar la Alcaldía de Iruña, la joya de la Corona navarrista.
Asimismo, el apoyo parlamentario de UPN a Chivite podría cristalizar en futuros acuerdos como la aprobación de una nueva Ley del Euskera así como en la concesión de la Carta de Capitalidad a Pamplona y Tudela, la oficialización del Modelo PAI y la revisión del Convenio Económico, con lo que asistiríamos a la reedición de la Teoría del Quesito sanziana en su versión edulcorada.
