Heráclito de Éfeso afirmó que “el cambio es la esencia del universo”, por ello, no debemos tener miedo ahora a afrontar el reto electoral que nos aguarda... Pase lo que pase, salga quien salga elegido, forma parte de la naturaleza de nuestra democracia.
La convocatoria que acapara toda nuestra realidad en estos momentos, es lo suficientemente importante como para prestarle atención, -guste o no, porque, hagamos lo que hagamos, nos va a afectar. Y, además, esta primera cita del día 28 mucho más, por lo cerca que nos cae: Elegiremos alcaldes, concejales y parlamentarios.
Por ello, abogamos por la participación ciudadana en estos comicios como máxima del momento. No nos es ajeno aquello que se va a decidir en las urnas. La cercanía de lo que ahí se va a dilucidar es contundente, y no vale abstraerse ni del resultado ni del proceso, porque en realidad no nos es ajeno. Ahora se juega a las filias y a las fobias más que a las ideologías, los programas y la gestión, de modo que, por ello mismo, no nos queda otra que analizar quién se presenta... ¡Y votarles con nuestra papeleta o botarlos al ignorarlos! ¡De momento, la Democracia ni dá más de sí,
ni nos dejan ejercerla más!
