Tudela, la Ribera, Navarra, España, Europa, Occidente, el planeta Tierra… Divisiones y más subdivisiones, pero las fronteras no son más que líneas en el mapa. Las verdaderas fronteras son culturales y por ende, son bastante más complejas que las políticas.
En el contexto de explicar de dónde procedo, según el origen de los interlocutores, acostumbro a hacer uso del concepto “del Sur del Norte”. Es un acierto en cuanto que matiza a la perfección el carácter sureño dentro del área del Norte peninsular. Ya que, aunque no sea a gusto de todos, aquí no llueve como en el Norte, ni se comparte una cultura idéntica con el resto de la Comunidad Foral.
La clave reside en que Navarra alberga diversidad paisajística, climática y cultural. Todos estos aspectos están íntimamente interrelacionados y negarlo podría considerarse una clara falta de perspectiva. Así pues, Navarra es diversa en general y Tudela, en concreto. Partiendo de la base de que en la mayoría de localidades navarras costaría imaginar un cohete de fiestas amenizado por Manolo Escobar. En el caso de Tudela, fue cantado a viva voz por la mayoría de personas que abarrotaban la plaza de los Fueros el pasado 24 de julio. El clásico ‘¡Viva España!’ precedió al Himno de Navarra que dió paso al pregón y a los propios cohetes. Sin embargo, en la misma plaza hubo personas que no cantaron la canción o que directamente la abuchearon.
De alguna forma, esto muestra la diversidad que alberga Tudela y cómo cada 24 de julio todas las gentes tudelanas, a pesar de sus diferencias, tienen cabida en la plaza de los Fueros. La convivencia y el respeto mutuo son un camino más apacible para recorrer el Sur del Norte que la homogeneización, así que, bienvenidos.
