Opinión

¡Córtate un poco!

Vivimos un tiempo en el que lo anecdótico se convierte en excepcional y lo puntual se generaliza y banaliza superando toda transgresión. Así, soportamos la llamada ‘Fiesta del  Orgullo Gay’ con estoica paciencia, y toleramos, injustamente, que se acuse a todo el sexo masculino de acosador, sin pestañear.

Por supuesto, ni que decir tiene que respetamos profundamente la libertad sexual de todo individuo, y que exijimos, defendemos y apoyamos a la mujer ante coacciones, insinuaciones y todo tipo de faltas de respeto. ¡Es lo que dicta el sentido común y la educación!

Ahora bien, elevar a los altares la cuestión, como se está haciendo, es sacar de contexto la realidad y hacer de todo el género masculino un sujeto sospechoso, innecesariamente.

En Pamplona, en San Fermín, se dan cita más de un millón de personas que, junto a otros excesos, dispara las agresiones y hechos de todo tipo, como es lógico, por estadística. Por ello, no debemos convertir nuestras Fiestas en la generalización gratuita de algo excepcional. “‘No es no!”, por supuesto, pero para todos, ¿vale? Así que vamos, todos, a cortarnos un poquito más.