Finaliza otra vuelta al sol y de nuevo esa ilusión por crear nuevos propósitos que nos hagan crecer en lo personal y en lo profesional.
Demasiadas buenas intenciones para un compromiso que hace aguas a finales de enero y termina por hundirse a mediados de febrero. ¿Qué tal si simplificamos?
¿Qué tal si antes de añadir nuevos ítems a nuestra vida dejamos ir todo lo que sobra?
Al igual que cuando salimos de viaje, vivimos cargando con un equipaje mucho mayor del que necesitamos. Nos llenamos de por si acasos que crean una falsa sensación de seguridad que no nos hace más felices, pero sí nos hace vivir con más carga.
Te invito a dejar en 2021 todo aquello que más te pesa para empezar 2022 con hueco en la mochila, porque de lo contrario ¿Dónde pretendes meter lo bueno que está por llegar?
¡FELIZ 2022!
