Los puestos de trabajo ocupados en su mayoría por mujeres (limpieza, enfermería, textil, educación, peluquería, alimentación…), se han considerado carentes de riesgo o de riesgo bajo, además de ser percibidos como actividades de menor valor y peor pagados que los trabajos de mayoría masculina.
¿Es cierta esta creencia de que son cómodos y seguros? ¿Debemos concentrar los esfuerzos prevencionistas en reducir los accidentes laborales, olvidando, por ejemplo, las profesiones dedicadas a los cuidados?
¿Deberíamos seguir teniendo como seguro un trabajo que origina dolor crónico en las articulaciones? ¿O depresiones después de años de estrés?
Los trastornos musculoesqueléticos, son la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Seguidos de cerca por el estrés, la ansiedad y depresión laboral. Estos últimos acabarán por ganar la carrera ya que están afectando a un 45% de la población trabajadora.
Ambos van en aumento. Se prevé que continúen creciendo.
Ay, pero afectan más a las mujeres, esas quejicas, ninguneadas en las consultas médicas. Y no los vemos. Son la Cenicienta frotando el suelo mientras las miradas de los cortesanos se dirigen a otra parte.
