Opinión

Despropósito de Gobierno

Llevo ya dos meses fuera del Ayuntamiento de Tudela y sigo viendo como el Equipo de Gobierno de Tudela sigue siendo todo un despropósito para la ciudad.

Llevo ya dos meses fuera del Ayuntamiento de Tudela y sigo viendo como el Equipo de Gobierno de Tudela sigue siendo todo un despropósito para la ciudad. Seguimos viendo que muchos de los concejales actuales siguen diciendo las verdades a medias y tomando decisiones con miras personales, en lugar de pensar en el bien de la ciudad. 

Hemos podido ver como la Sra. Risueño sigue manteniendo la idea de que no ha habido un aumento de ratas por las calles de Tudela, aunque los informes avalen lo contrario. También la hemos podido afirmar que la tala de árboles en Barcelosa era controlada, y luego, ver cortar más de lo que se debiera.

Del mismo modo, hemos podido ver al mismísimo alcalde, tratar de sectarios a los centros Educativos concertados y a las familias que eligen este tipo de centros, reprobando la normativa de su propio departamento de Educación, mientras no hacía nada para ayudar a las gentes de Tudela. 

A su vez, y con esta misma mentalidad de “post-guerra”, mirarle a los ojos a los vecinos del Barrio del Lourdes y decirles que Ley de Memoria Histórica obliga a cambiar el nombre las calles del Barrio, así de manera generalizada, pero lo que no le interesa decir, que esa misma ley a la que se agarra el alcalde, no les obliga a cambiar esas 49 calle, y que es pura decisión política lo que está haciendo, como si no hubiera otras preocupaciones en Tudela.

Pero un año más, no nos podíamos quedarnos sin polémica para fiestas. Los mismos que intentaron prohibir los toros,
los mismos que intentaron prohibir el “reguetón”, ahora van a por la comida popular. Lo más curioso de todo es que, los que hace unos años ponían medallas por participar en la organización de semejante fiesta, ahora se ven incapaces de dialogar y llegar a consenso con las peñas, tomado decisiones unilaterales y acusando a las mismas de tonar malas decisiones.

Sólo me queda decir, que ante estos momentos tan tensos de la izquierda más radical y autoritaria, siéntanse libres de elegir la forma de disfrutar de las fiestas como cada uno lo desee. ¡Felices Fiestas
y Viva Tudela!