Aún a riesgo de caer en el tópico, quiero confesaros que me siento profundamente orgulloso de vivir en esta ciudad, de disfrutarla y de quererla, y de tener la oportunidad de contribuir humildemente a que los tudelanos y tudelanas sean cada día más felices.
Dejamos atrás el segundo año de esta legislatura para nuestro Grupo Municipal Socialista, intenso, apasionante. El programa progresista y de cambio que hemos impulsado, nos exige día a día un esfuerzo notable. Los socialistas, como grupo, hemos querido priorizar la igualdad de oportunidades para todos y todas, nuestra seña de identidad. Garantizar la financiación del Conservatorio es un ejemplo de ello.
Entramos ya en la vorágine festiva, es la mejor manera de olvidar por unos días las obligaciones cotidianas, de relajar las costumbres, de no priorizar labores aunque no se puedan olvidar las responsabilidades asignadas a mi condición de representante de la ciudadanía de esta gran ciudad y de nuestra Comunidad Foral de Navarra.
Os animo a todos y todas, sin excepción, vecinos y visitantes, a disfrutar plenamente de estas fiestas y a aportar lo mejor de nuestro corazón para que transcurran en un ambiente sano, de armonía y de respeto mutuo.
Tenemos motivos sobrados para sentirnos orgullosos de nuestra condición de tudelanos y tudelanas; contribuyamos también entre todos a sentirnos orgullosos de lograr que nuestras fiestas de Santa Ana lo sean igualmente de toda la Ribera y de Navarra entera.
Porque en estos días, todos los que estéis presentes seréis el alma de las fiestas, porque los ausentes estarán más presentes que nunca en nuestra memoria y son el corazón de las fiestas. Porque somos fieles a nuestras tradiciones, porque nos une una historia en común, porque cuando nos unimos somos únicos. ¡Viva Tudela!
