Estamos rodeados, acosados, por noticias que en su contexto y de forma raíz son manipuladas con el fin de disimular su verdadero significado. La subida de las basuras en la ribera el 6,7% debido, dicen desde la Mancomunidad a la factura del Consorcio de seguros y al impuesto de Gobierno foral. ¿Cómo es posible que a un ciudadano le suba el IPC y uno de los innumerables pagos públicos el 6,7%?
Desde la Mancomunidad, echan el balón al Gobierno foral pero invierten en camiones y básculas. ¿Para cuándo los pesajes en contenedores para reducir los recibos? ¿Otra vez invertir en unos contenedores grandes, rudos, y que las personas mayor no pueden levantar? ¿A quién quieren engañar diciendo que las subidas son del Gobierno y las suyas se congelan? Si las cosas se harían bien, el control y la previsión de gastos harían bajar el recibo no subirlo siempre. En el caso de las mascarillas igual, la presidenta dice no tener la culpa de nada entonces como máximo responsable de aquellos que permitieron las compras ¿Quién la tiene? Para otras inversiones de mucho menos importe, sÍ ha tenido que ver en esto de mucho más importe, nada y ¿da valor?
El gran problema de la política actual, es que no tiene responsabilidades civiles y menos ahora penales. Si analizamos las noticias de alcance y las contrastamos con la actualidad, enseguida vemos que se falta a la verdad. Mientras, en el Parlamento se cobrará religiosamente y Bardenas seguirá politizada en su escalada de cine y bares. En estas navidades, nos toca ejercicio de reflexión en la búsqueda de la honradez y paz espiritual que de alguna manera nos haga ver y cambiar aquello, que no está bien.
