Opinión

Bardenas

Parece ser,  que las dimensiones del proyecto bardenero van creciendo según lo previsto por la actual dirección, anclada en su hipérbole política que en buena parte de su recorrido, le lleva a encontrarse en la foto con la figura de la presidencia del gobierno foral. Hace poco, nos enteramos por los medios de la renovación de los vocales una vez más, sin comunicación a los congozantes claro, se renovó al no presentarse otra alternativa. Mientras, los turistas extranjeros llenan nuestra tierra de vehículos, el derecho de disfrute se ha perdido para los ciudadanos de los pueblos congozantes que ven, como no pueden disfrutar de caza, pasto, o leña, mientras el turismo extranjero, ocupa Bardenas todo el año. Se hace urgente, la imposición del carnet de congozante para regular el uso y controlar el verdadero impacto sobre los disfrutes. Esta foto, representa el futuro más actual de Bardenas, cargado de revés político y social pero de traición para los bardeneros y sus congoces. El cementerio de millones llamado “aguilares” donde se ha creado la veneración a las especies aloctonas de Bardenas y donde se ha vertebrado, el metamorfismo de unos nuevos usos, sobre los derechos reales. ¿Dónde están los libros de las rentas a los agricultores? ¿Cuánta tierra tienen? ¿Desde hace cuánto? ¿Cómo es posible destinen la mayor partida de inversiones a un nuevo uso? ¿Y para caza? Informaciones que deberían ser públicas también y al servicio de los congoces si no ¿qué respuesta se le da a un joven agricultor que no tiene nada más que su derecho y pide tierra en la Bardenas para cultivar? Estamos ante el fin de la verdadera Bardena conocida como tal, en pro de una nueva que compra bares, en vez de equipos contra incendios o reintroducciones de caza, que prioriza agentes externos y acciones políticas a los congoces reales, que busca la foto con el fin de seguir una política y dirección de foralidad, disfrazada de incapacidad. Nuestras Bardenas la realidad es, que no crece en ningún sentido, ni en especies autóctonas como perdiz y liebre, ni en días de caza o recursos ancestrales. La verdad es que se posiciona y crece en todo lo contrario, entrada de no con gozantes, prohibiciones de todo tipo y unas restricciones que no la dejen volver a ser lo que era. La política nunca debió de ser mezclada con la dirección de un ente como Bardenas pero máxime, cuando la naturaleza y el congoce u usufructo no entiende de colores. El entramado de sociedades tejido en torno a Bardenas, dificulta el acceso a presentar candidaturas alternativas, incluso cuando la vocal está regida por ayuntamientos, el corte político está asegurado. Los ayuntamientos son los que deberían oponerse a un crecimiento de Bardenas en este sentido, abandonando su finalidad principal ser recurso de sus congozantes. La vuelta y puesta en orden de las antiguas ordenanzas donde los comisionados de la permanente eran gente del pueblo no político, es algo que clama urgencia. La impulsión por parte de la permanente de claridad y acceso a las elecciones y cargos al margen de la política es indispensable para recuperar las Bardenas. Este panorama nos lleva a la peor de las situaciones para los bardeneros, que estamos viendo como nuestra tierra, queda en manos de gente que poco o nada tiene que aportar a la verdadera esencia de Bardenas, como sus cinco congoces reales. Es una pena pero al final todo, hasta lo nuestro, pasa por el que está en la foto, lo que augura un penoso futuro.