Opinión

Todo listo

Todo listo. Solo queda prender la mecha y dejarse llevar. El día 24 de julio empezamos de nuevo el ciclo que nos lleva a esperar un año hasta que el bullicio de la gente y el olor de la pólvora nos rompe el nudo del estómago y nos lanzamos a la fiesta, al encuentro de la familia y de los amigos. 

Ojala no os falte nadie esta vez y, si así fuera, recordadlo con cariño y rendirle memoria en algún momento, en algún rincón de esta semana patronal que ofrece tantos minutos para todo, para la alegría y para la nostalgia. Yo lo hago nada más ver a Santa Ana el día 26, entre esos vapores de incienso que inundan la catedral, mientras oigo el murmullo de la oración, al algarabía de las campanas, las voces de la gente que espera en la calle, de los músicos de la banda que se acomodan los instrumentos antes de iniciar el desfile. 

Me acuerdo de los míos, de mi madre, y pido que el año que viene estemos los que estamos, con salud y ganas de vivir estas fiestas que considero las mejores del mundo. Porque son nuestras y porque nuestra manera de ser se ha hecho con trocitos de todas las que hemos ido viviendo desde que nacimos. 

Estamos hechos de ir de la mano con los abuelos a ver los gigantes y de comer churros después del encierro, sentados en un banco viendo a la gente pasar, en un nuevo día que promete tantas cosas, tantas diversiones, tantas ganas de vivir. La mejor manera de mantener esta tradición nuestra es vivirla. Nadie nunca dio tanto por tan poco. De una generación a otra se hace fuerte la raíz de la albahaca y más impregna su olor nuestras calles. 

Sed felices, cuidad de la ciudad y de sus visitantes, mostradles que somos acogedores y respetuosos. Porque lo somos. Y en esa noble acción de compartir nuestra alegría haremos aún más bonita esta ciudad que revienta de orgullo por sus fiestas. 

Felices días. Viva Tudela y viva Santa Ana.