Protege tu piel este verano

Con la llegada del verano, las actividades al aire libre se multiplican: fiestas patronales de nuestros pueblos, deporte, paseos, disfrutar de una jornada en los parques, ríos o montañas de nuestra geografía, e incluso atreverse con una escapada a la playa.

Cohete sin camiseta 2022
photo_camera Es recomendable no exponerse al sol sin camiseta

Sin embargo, es importante ser conscientes de los efectos de la exposición a los rayos solares, ya que el melanoma, provocado por la radiación solar, es la principal preocupación para el 80,1% de la población, seguido de las quemaduras, según datos del Estudio CinfaSalud ‘Percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la fotoprotección’. Además, existen otros tipos de lesiones cutáneas y reacciones de fotosensibilidad sobre las que debemos estar informados.

Uno de los posibles problemas cutáneos causados por la exposición solar es la queratosis actínica o solar, que se manifiesta en forma de manchas planas y, a veces, algo elevadas, de diferentes colores, que pueden presentar escamas o costra. Estas manchas suelen aparecer en áreas expuestas al sol, como el rostro, las orejas, los labios, el cuello, los hombros, los antebrazos, las manos, las piernas, el escote e incluso el cuero cabelludo afectado por la alopecia. Aunque estas manchas pueden desaparecer, es importante vigilarlas y tratarlas, ya que pueden evolucionar hacia un tipo de cáncer de piel conocido como carcinoma escamoso invasivo. Sin embargo, según el doctor Julio Maset, médico de Cinfa, “los avances en la investigación han llevado a muchos expertos en los últimos años a considerar las queratosis actínicas como carcinomas escamosos in situ por sí mismas. Es decir, que contienen células cancerosas, aunque se encuentren solo en la capa más superficial de la piel”.

Otro tipo de manchas causadas por la exposición solar son el cloasma o melasma, que se caracterizan por ser áreas hiperpigmentadas que aparecen principalmente en el rostro de las mujeres. Estas manchas están relacionadas con la exposición al sol durante el embarazo o el uso de hormonas. Por lo general, desaparecen después del parto o al dejar de tomar hormonas. Además, existen los léntigos solares, que son reflejos del fotoenvejecimiento y se presentan como pequeñas áreas marrones, ovaladas y planas. Si aparecen estas manchas, “aunque no son señal de ninguna enfermedad en sí mismas y no requieren tratamiento”, es conveniente acudir al dermatólogo “para descartar otras patologías como el léntigo maligno”, explica el doctor Julio Maset.

La fotosensibilidad es otro trastorno relacionado con la exposición solar, que se manifiesta principalmente como una reacción de enrojecimiento e inflamación en las áreas expuestas al sol y está relacionada con productos cosméticos como cremas, perfumes o geles de afeitado. Por lo tanto, “es muy importante no exponerse al sol después de usar este tipo de productos”, recomienda el experto. En definitiva, ahora que deseamos disfrutar del sol y disfrutar a tope de las fiestas, debemos ser conscientes y tomar precauciones para proteger nuestra piel de los efectos nocivos de la radiación solar.

A continuación, presentamos diez consejos para disfrutar del sol de manera responsable:

1. No abusar del sol y evitar la exposición en las horas centrales del día. Especialmente entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde, cuando los rayos solares son más fuertes y las temperaturas comienzan a elevarse.

2. Consultar los índices ultravioleta (IUV). Antes de exponerse al sol o realizar actividades al aire libre, es recomendable informarse sobre la intensidad de las radiaciones a través de canales como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). A partir de un índice 6, el riesgo es alto y se deben extremar las medidas de fotoprotección.

3. Utilizar un protector solar adecuado para el fototipo de piel y las circunstancias de exposición. No aplicar un factor de protección inferior a 50 y elegir productos que protejan de todos los tipos de radiaciones solares: ultravioleta, infrarroja y visible. Aplicarlo media hora antes de exponerse al sol y reaplicarlo cada dos horas, así como después de bañarse o transpirar, recordando secar bien la piel. Además, elegir bálsamos labiales con filtros solares.

4. Proteger el cuerpo con la ropa adecuada y usar sombrero. Para protegerse del calor y prevenir lesiones por rozaduras, se recomienda optar por prendas holgadas y ligeras de tejidos frescos y naturales, como el lino y el algodón, en colores claros. Respecto al sombrero, uno de ala ancha también proyectará sombra sobre el rostro y el cuello.

5. Utilizar gafas de sol para evitar daños oculares. Es importante que las gafas ofrezcan una protección del 100% frente a los rayos UV, lo cual se garantiza si están homologadas por la Unión Europea. Las gafas de tipo envolvente son las que mejor protegen los ojos y la piel que los rodea.

6. La sombra es nuestra mejor aliada. Resguardarse de los rayos del sol bajo los árboles o una sombrilla, pero recordar que la protección no es total y que también es necesario aplicar fotoprotección.

7. Educar a los niños sobre la necesidad de protegerse del sol. Los menores de 1 año nunca deben ser expuestos directamente al sol, y cuando tienen 2 o 3 años, se deben extremar todas las medidas de fotoprotección (prendas de vestir, gorros y gafas de sol), así como el uso de fotoprotectores específicos para niños con SPF 50+ y el símbolo de protección UVA. Es importante concienciarlos sobre los riesgos de la radiación solar.

8. Tener precaución con las salas de bronceado. El bronceado artificial no protege contra el fotoenvejecimiento y aumenta el riesgo de cáncer de piel, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

9. Consultar siempre al médico o farmacéutico sobre los medicamentos que se están tomando. Ellos podrán informar si alguno de ellos aumenta el riesgo de padecer fotosensibilidad. Además, es importante leer cuidadosamente el prospecto y las etiquetas de cualquier producto para el cuidado de la piel que se esté utilizando.

10. Evitar exponerse al sol con cosméticos. Es recomendable no aplicar cremas hidratantes, perfumes o tratamientos estéticos tópicos antes de la exposición solar. Exponerse al sol con la piel limpia y solo con el fotoprotector disminuye el riesgo de fotosensibilidad. Es importante recordar que la exposición al sol también ocurre durante los paseos y no solo al “tomar el sol”.