Navarra

Una guía para abordar la depresión

Hoy se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, un trastorno emocional que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.

Depresión
photo_camera En el área de Salud de Navarra es posible encontrar recursos y enlaces de interés sobre este trastorno

Hoy, 13 de enero, se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, una enfermedad que en el mundo afecta a más de 300 millones de personas y constituye la principal causa mundial de discapacidad. La Organización Mundial de la Salud estima que en todo el mundo la padecen el 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años. En el área de Salud de Navarra es posible encontrar recursos y enlaces de interés sobre la depresión.

En contra de lo que se piensa muchas veces, la depresión no provoca solo tristeza, sino también angustia y toda una serie de síntomas físicos y psicológicos. Además, repercute en la capacidad de las personas para llevar a cabo las tareas cotidianas, lo que tiene en ocasiones efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos y, en el peor de los casos, incluso puede provocar el suicidio. Afortunadamente la depresión se puede prevenir y tratar.

Decálogo

  1. Hacer ejercicio. El ejercicio físico moderado y habitual contribuye a reducir el riesgo de padecer una depresión y a mejorarla si ya se padece. Ya se habla del eje “músculo-cerebro” como un aspecto relevante para la salud mental.
  2. Cuidar la alimentación. Una dieta equilibrada, incluyendo de forma  adecuada todos los alimentos fundamentales, es una garantía de salud  física y mental. En este caso, el eje “intestino-cerebro” es ya un clásico.  
  3. Combatir la soledad. El ser humano es un ser social y el papel de los demás es relevante en el día a día. Por supuesto, hay grandes diferencias  personales en el grado de sociabilidad. Pero hay que tener en cuenta con que el bienestar propio está relacionado con el entorno. Es importante cuidar los sentidos, como la vista o  el oído, que posibilitan la comunicación. 
  4. Atender a la salud general. La salud es una, aunque se tenga la tendencia de dividirla. Al cuidar el propio cuerpo se cuida la mente. Particularmente, los problemas de tipo cardiovascular parecen  influir notablemente sobre el estado de ánimo.
  5. Evitar los comportamientos adictivos. Tanto las adicciones a sustancias, como las adicciones comportamentales (juego, ludopatía) alteran el sistema de recompensa interno y aumentan el riesgo de depresión.
  6. Dormir lo suficiente. Dedicar el número suficiente de horas al sueño, en el ambiente adecuado es primordial. Se debe priorizar el sueño frente a otras actividades.
  7. Mantener la actividad. Realizar actividades significativas que aporten valor a su vida. El trabajo puede ser un buen ejemplo, pero no es el  único.
  8. Guardar un equilibrio en sus dedicaciones. Es fundamental tener en cuenta todo lo que es valioso para dedicarle el tiempo oportuno, tanto en duración como en calidad.
  9. Reflexionar. Dedicar periódicamente un tiempo a reflexionar sobre la vida propia, si se está desarrollando de la forma en que uno mismo quiere y si está satisfecho con ella. No es recomendable demorar la toma de decisiones.
  10. Trascender. Tener en cuenta la dimensión transcendental y espiritual de la vida humana. Puede ser a través de los demás, la familia, la belleza, la naturaleza, la divinidad… Que la vida no sea un círculo cerrado.  

Tipos

  • Trastorno depresivo grave o trastorno depresivo mayor: este tipo de depresión es considerado como el más grave, ya que es prolongado en el tiempo y con posibilidad de episodios repetitivos. Afecta las actividades diarias como comer, dormir, así como la concentración. Se requiere de tratamiento farmacológico y terapia psicológica.
  • Trastorno depresivo persistente o distimia: es un tipo de depresión moderada, con los siguientes síntomas: pérdida de interés en las actividades normales, cambios en el sueño, baja autoestima, desesperanza, inapetencia, falta de energía y de concentración. El tratamiento incluye el uso de medicamentos y la terapia conversacional.
  • Depresión postparto: se diagnostica en el primer mes siguiente al nacimiento o alumbramiento. Los principales síntomas son insomnio, irritabilidad, desapego con el bebé, pérdida de apetito. El tratamiento se basa en terapia, antidepresivos y terapia hormonal.
  • Trastorno afectivo estacional: se produce generalmente durante la estación invernal, coincidiendo con la reducción de horas de sol. Los síntomas característicos son desesperanza y retraimiento social. Se requiere la aplicación de fototerapia, medicamentos y terapia conversacional.
  • Depresión psicótica: se caracteriza por la presencia de alucinaciones o episodios psicóticos con sentimientos de desesperanza, inutilidad o culpa, fatiga constante, retraimiento social e irritabilidad. Se requiere de un tratamiento farmacológico, conjuntamente con terapias psicológicas.
  • Enfermedad maniaco depresiva o trastorno bipolar: es un trastorno permanente que genera cambios cíclicos en el estado de ánimo, con altos emocionales (manía o hipomanía) y sentimientos de tristeza o depresión. El tratamiento incluye medicamentos estabilizantes del humor, antipsicóticos, antidepresivos y psicoterapia.