Volverá el ladrillo

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En España, y en concreto en el valle medio del Ebro, tenemos buenos pueblos

y buenas ciudades, excelentes infraestructuras y equipamientos de todo tipo de servicios.

Tenemos, sobre todo, un excelente modelo de vivienda

en propiedad, situado entre

los tres mejores del mundo. Aproximadamente, el 30% de las viviendas son casi nuevas, de menos de 30 años y sobran, por ahora, viviendas. Tenemos más de 27 millones de viviendas para 47 millones de habitantes, todo

un éxito. Por ello, superar esta crisis de exceso de vivienda

construída costará de 8 a 10 años; pero el ladrillo volverá.

El sector de la construcción ha sido capaz de levantar y hacer crecer ciudades, pueblos y construir viviendas y equipamientos y es una crisis de exceso. El 90% de los hogares españoles tienen vivienda en propiedad, la inmensa mayoría acabada de pagar, ahora queda un problema de solvencia de los que compraron los últimos 8 años.

El problema no es que haya exceso de vivienda, el problema de verdad se produce cuando faltan viviendas, como por ejemplo ocurre en Francia, donde la Fundación del Abate Pierre Traperos de Emeaux ha sacado un documento en el que demuestra que hace falta construir medio millón de viviendas al año y el Estado, los constructores y promotores franceses no son capaces de conseguirlo.

El ladrillo volverá a condición de que, como los coches, se sea capaz de fabricarlos, cada vez mejores, a mejores precios y más ecológicos, con menores consumos.

El futuro de la construcción está en la energía: construir viviendas ecológicas, sostenibles y autoabastecidas energéticamente, con energías renovables descarbonizadas. Ese es el desafío de verdad para los próximos 10 años. Los otros temas, los temas financieros, de hipotecas y precios, los tendrán que resolver los que lo crearon.