Han pasado ya tres años desde que el Ayuntamiento de Villafranca decidiera celebrar una jornada dedicada a las “migas de pastor”. Un guiso que, durante años, constituyó el alimento fundamental de los pastores navarros y cuya elaboración fue rememorada en la localidad ribera. Para ello, el Consistorio puso a disposición de los vecinos 80 kilos de chorizo y panceta troceados, 5 kilos de sebo de oveja, aceite de oliva, ajo, cebolla, pan y vino para que, siguiendo sus propias recetas, elaborase cada uno sus migas ayudando así a mantener viva esta tradición popular cuyos orígenes se pierden en el tiempo.
Todas ellas fueron degustadas por las 150 personas que se dieron cita en El Portillo, entre las que se repartieron cerca de 300 raciones de migas y alrededor de 70 litros de vino de la tierra. “Muchos de nuestros vecinos que durante años se han dedicado al pastoreo y a labores agrícolas han tenido a este plato como único sustento y nos gustaría que la técnica de su elaboración no se pierda como ha pasado con otras costumbres”, explicó Fernando Pérez, edil de Festejos de Villafranca.
