Las sociedades que componen esta civilización se encuentran en un punto decisivo en su historia. La necesidad de un cambio de paradigma en las relaciones que se han venido ejerciendo entre hombre y naturaleza es inmediata. La debacle que se percibe para los próximos años no da opciones, la humanidad en su conjunto debe comenzar a tomar medidas para frenar el deterioro que vive el planeta en relación a sus ecosistemas naturales.
Para tomar un nuevo rumbo en este sentido, no es necesario abandonar de forma radical el actual sistema social ni económico en el que se vive, sino tomar las medidas apropiadas. La primera de estas medidas debe aplicarse a la forma de consumir a la que se está acostumbrado. Ahora que llegan las fiestas navideñas, un momento en el que el consumo se dispara, es una buena oportunidad de adquirir productos que se consideren ecológicos, con funciones y acciones que beneficien a la naturaleza en todo lo posible.
Cambios en las formas de consumo
Es el momento de pensar dos veces antes de adquirir un producto o servicio, más ahora que se acercan tiempos de compras masivas. Afortunadamente, el número de empresas que dedican su producción a fortalecer y mejorar la situación medioambiental crece constantemente. Buen ejemplo es EcoFlow, un portal web dedicado a la presentación y venta de tecnología innovadora que procura las soluciones energéticas más eficientes con claro acento ecológico.
No obstante, el trabajo real lo deben realizar los consumidores, volviéndose más exigente en sus compras. El momento de adquirir un producto o servicio debe servir para evaluar y analizar la necesidad del mismo y su relación con el medio ambiente, tanto para sus funciones diarias como en su proceso de fabricación y distribución.
Las preguntas que han de ser respondidas para ser ecológicamente responsables en las compras de Navidad son las siguientes.
Análisis previo
En primer lugar, antes de proceder a los requisitos que debe presentar el producto o servicio que se piensa comprar, habrá que responder con sinceridad si de verdad se necesita, si se va a usar muchas veces y si hay alguna opción más sostenible de adquirirlo.
Qué materias primas han utilizado
Es fundamental que los recursos que se hayan utilizado en relación a las materias primas sean siempre sostenibles, ecológicos y amigables con el medioambiente. Habrá que saber, por tanto, cómo se ha extraído, cómo ha afectado a la naturaleza la apropiación de los materiales necesarios para llevar a cabo la producción del objeto.
Igualmente hay que preguntarse si la materia prima utilizada es renovable o sostenible, es decir, que no va a desaparecer con el tiempo, sino que volverá a crecer o a darse de forma natural. Así mismo, es importante saber si se va a poder compostar, reciclar, biodegradar… y no representará un problema por acumulación en vertederos.
En cualquier caso, siempre habrá que saber si estos materiales tienen un uso eficiente y optimizado, minimizando o incluso sin desperdicios ni residuos y si la propia empresa que produce lo hace practicando la economía circular.
Sistema productivo
Otro factor importante que evaluar antes de adquirir un bien es conocer el sistema que la empresa mantiene para fabricar. Es necesario saber cuánta y qué tipo de energía utiliza en sus procesos, si los materiales se utilizan de forma eficiente, y si esta misma energía también se usa de la manera más eficiente posible. Cuanta más limpia y renovable y mayor cantidad de esta utilice, más favorable será adquirir sus productos.
La fase de logística (distribución y almacenaje)
La fórmula elegida por la marca para almacenar y distribuir sus productos también será de utilidad para la decisión final de compra. Habrá que analizar la fórmula utilizada para su transporte, si viene de un lugar lejano o, por el contrario, y mucho mejor, se trata de un producto local, qué medio utiliza, siendo preferible el tren por ser menos contaminante, y, en este sentido, también habrá que tener en cuenta qué tipo de combustible o energía es utilizado. En relación al almacenamiento, para que sea verde, los espacios utilizados deberán aprovechar la luz natural o utilizar iluminación de bajo consumo, que tengan instaladas puertas y ventanas aislantes, que los palets sean reutilizables y reciclables, así como contar con un sistema de almacenamiento y recuperación automatizado.
Los desechos
Por último, pero posiblemente uno de los factores más importantes será saber si el producto de desecho se recupera, se recicla o es beneficioso en algún sentido para la naturaleza. Cabe preguntarse, por tanto, si el packaging una vez utilizado cuenta con un sistema de lugares para su recogida y reciclaje, si es compostable o biodegradable. También es importante conocer si la empresa dispone dentro de su propio sistema productivo de todos los elementos necesarios para reducir al máximo el material desechable o cuenta con depuradoras para la recuperación del agua utilizada.
En definitiva y en términos de eficiencia en relación a los desechos, deberá contar con un sistema para el uso eficiente de la energía, ser capaz de gestionar el agua de forma responsable, localizar nuevas oportunidades para revalorizar los residuos, optimizar los envases utilizados, calcular y reducir la huella ambiental, mejorar la gestión de los residuos y materiales peligrosos o contaminantes, reducir el volumen y carga contaminante de los vertidos de agua residual, mejorar los procesos de diseño de nuevos productos, optimizando el uso de materias primas, y siempre tomar en consideración el efecto sobre el medioambiente en cada actuación.
