Navidad y Amistad


Al acercarse los días de Navidad,

hay un reflujo de ternura y sensaciones

cariñosas, tolerancia y bondad,

que inunda todos nuestros corazones.

Son unas fechas de alegría e ilusiones,

de mil dulces recuerdos y añoranzas,

de las más bondadosas intenciones,

de sueños, de deseos y esperanzas.

Pero la Navidad es portadora

de otras concordancias y verdades,

pues hace resaltar (y en buena hora),

ese gran bien, que son las amistades.

En estas fechas se ve con claridad

donde está ese amigo que te entiende,

que sabe prodigarte de verdad

ese cariño amistoso, y te comprende.

Por eso quiero en estos días glosar

a ese sentimiento tan profundo

que puede con su fuerza compendiar

todo lo bueno que hay en este mundo.

Vivamos esta dicha tan gloriosa

que va a brindarnos la nueva Navidad,

pero ensalcemos también esa otra cosa,

la maravilla que es LA AMISTAD.

Un sentimiento que no sabe de cizañas,

que llena de fervor y de emociones

el corazón, y que mueve montañas,

merece unas muy sanas atenciones.

Si esa importancia que quiero resaltar

que se respete totalmente yo consigo,

solo me quedan dos palabras que plasmar

con gran sinceridad: ¡GRACIAS AMIGO!