Bajo las primeras estrellas
De una tarde de diciembre
Atravieso la judería nueva
Hacia la morería vieja
Por una callejuela estrecha.
Un gato sobre un regazo
Me mira con sus ojos verdes
Al tiempo que su dueña
De mirada almendrada, de terciopelo y noche
Se desliza junto a mi,
Apenas perceptibles ambas,
Con su negro pelo.
Intuyo sus esencias felinas
Y pienso:
“¿Será esto la magia de la Navidad?
Seguro! -me reafirmo-
Ayer jueves mismo
Creo que vi a Olentzero
De pintxos por Carnicerías
Con algún Rey Mago...”