La llave alcoholímetro

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Tiene el tamaño de un teléfono móvil, se llama AlcoKey y es la “llave-alcoholímetro” que ha presentado la casa sueca de automóviles Saab. Antes de arrancar, el conductor debe soplar por la boquilla durante unos tres segundos hasta que suena un pitido. La muestra del aliento pasa por un sensor y se enciende una luz verde o roja. Si es verde (significa que el conductor no ha bebido), el inmovilizador electrónico del motor se libera, permitiendo que el conductor arranque el coche. Si se enciende la roja (el nivel de alcohol del conductor es superior al permitido), no es posible arrancar. El dispositivo también mide la temperatura del aliento, para distinguir entre la muestra de una persona o, por ejemplo, el aire de un balón y evitar trucos. Por ahora, sólo estará disponible en Suecia.