Podemos considerar cuatro grados de I.U., que se clasifican a su vez en cinco tipos. La incontinencia de urgencia es aquella en la cual aparece un súbito e intenso deseo de orinar, y cuya causas pueden ser la disfunción de urgencia sensorial o la de urgencia motora. Las urgencias sensoriales son originadas por un problema local, tal como una obstrucción del vaciado (estenosis o estrechamiento uretral), o por alguna patología del tracto urinario inferior que irrita las terminaciones nerviosas sensoriales de la vejiga y la uretra (tumor vesical, litiasis vesical, infección, cistitis...). Dentro de la I.U. de urgencia de tipo motora se debe diferenciar entre inestabilidad vesical e hiperreflexia vesical, siendo esta última de origen neurógeno por lesión de la motoneurona superior. Las urgencias motoras pueden deberse también a procesos locales (litiasis vesical, trastornos de órganos vecinos), o en la mujer por la disminución hormonal del nivel de estrógenos con la aparición de la menopausia, por atrofia del epitelio de revestimiento. En el varón, acompaña, a veces, a una hiperplasia benigna de próstata. La inestabilidad vesical suele ser secundaria a una debilidad de la musculatura del suelo pélvico.
El origen de la urgencia miccional puede ser multifactorial y es importante realizar un estudio urodinámico. Se denomina incontinencia de esfuerzo cuando se presenta asociada a movimientos como reír, toser, saltar, estornudar, correr, y está producida por deficiencia esfinteriana intrínseca o por hipermovilidad uretral, es decir, fallos en los mecanismos de soporte de la uretra que mantiene a ésta en posición adecuada durante los esfuerzos, o fallo en la transmisión de los aumentos de presión abdominal a la uretra. Para evitar este tipo de incontinencia, se requiere un buen funcionamiento del diafragma torácico, de la pared abdominal y el suelo pélvico. Es frecuente que con el paso del tiempo se lleguen a padecer ambos tipos de incontinencias, siendo en ese caso una incontinencia de tipo mixto.
La incontinencia de sobreflujo, es aquella en la cual, tras un llenado completo de la vejiga, se produce un constante goteo de orina. En ocasiones el paciente no percibe que se ha escapado la orina, lo cual supone algo que afecta directamente a su calidad de vida.
Por último, la incontinencia funcional, es aquella que no está relacionada con la vejiga, sino con alguna alteración motriz o psicológica.
