Las escalofriantes notas de ‘El Misererere de Yerga’ volvieron a sonar en lo alto del monte, a los pies de las ruinas del primer monasterio cisterciense de España, en la noche de este sábado. La Cofradía del Santísimo Sacramento de Autol volvió a representar la leyenda plasmada por Gustavo Adolfo Bécquer ante más de un millar de personas que ovacionaron la obra puesto en pie.
Esta decimosexta edición ha sido un volver a empezar de ‘El Miserere de Yerga’. Después de que el autor de la primera adaptación registrara el texto y la SGAE prohibiera su representación, la Cofradía catona se ha centrado este año en escribir un nuevo argumento basado, por supuesto, en la fidelidad al texto del poeta romántico. A la par, aprovecharon para introducir nuevas escenas y la novedad de nuevos y espectaculares decorados –de la biblioteca de Bécquer y de la Abadía de Fitero- para reforzar la representación ante las propias ruinas del monasterio protagonista.
Cuando cayó la noche, arrancó esta representación en la que actúan unos setenta actores acompañados de un soberbio espectáculo de luces, sonidos y efectos especiales, doblemente meritorios por llevarse a cabo el montaje a más de mil metros de altura.
Y el público lo supo apreciar con su ovación tras asistir a la revisión de la leyenda de Bécquer, que relata el infortunio de un músico alemán que cae en la locura al buscar por todo el mundo e intentar escribir “el verdadero Miserere”. En ese afán, el peregrino llega a las ruinas del monasterio en el que, cada noche de Jueves Santo, los monjes asesinados siglos atrás reviven entre los muertos entonándolo en busca de la redención de sus pecados en una obra escalofriante.
