El Cortes cae eliminado con la cabeza alta (2-0)

1370217302.jpg

Si la fiesta del pasado fin de semana en el campo del CD Cortes pasará a la historia del club y de la localidad ribera, la que se vivió ayer en Vigo no le va a la zaga. Los pupilos de Rubén López se despidieron de la Fase de Ascenso a Segunda B tras caer por 2-0 (4-0 en el global) ante el Celta B, pero lo hicieron con la cabeza bien alta. Al igual que en el San Francisco Javier, los cortesinos aguantaron hasta el tramo final tuteando al filial celtiña y demostraron el porqué de su presencia en la fase.

La juventud y el desparpajo que reina en la plantilla, y la espectacular química de equipo de la que hacen gala también se vieron ayer reflejados sobre el césped del Municipal de Barreiro. Y todo pese a que el choque comenzó con malas noticias para los navarros. Malacate, portero titular, sufrió una aparatosa luxación de codo tras resbalar en un saque rápido. Carlos Blasco, habitual delantero centro pero con pasado como cancerbero, tuvo que hacer las veces de portero alternativo. Ni siquiera tras semejante contratiempo se amilanaron los rojillos.

La hinchada rojilla se volcó

El Celta B hizo gala a ratos de su dominio del balón y calidad técnica, pero la zaga cortesina se mostró solvente en los acercamientos locales. Incluso Carraco pudo poner el 0-1 con un tiro cruzado en el minuto 23. El tono excesivamente duro del Celta B supuso la nota dominante en una primera parte que recordó a la del choque de ida por su juego físico y de brega. Tras el descanso, los vigueses trataron de mantener más la posesión y dispusieron de opciones más claras.

FICHA TÉCNICA

Pese a la dificultad de la remontada y al control gallego, los mejores y más intensos minutos del partido los protagonizaron los de Cortes en el ecuador de la segunda mitad. La entrada de Jorge Viela al verde dio otro aire al equipo. El mismo Viela a punto estuvo de batir al meta celtiña con un gran chut desde el pico del área, aunque la notable estirada del meta lo evitó. Los más de 100 aficionados desplazados desde Cortes, que tiñeron gran parte de la grada de rojo, no pararon de animar en esos instantes de claro empuje visitante. Aun así, el cansancio hizo mella en los de Rubén López, y el Celta B se aprovecharía sentenciando la eliminatoria en los últimos veinte minutos. Ni siquiera el mazazo del 2-0 estropeó el inolvidable fin de semana que han vivido la directiva, el cuerpo técnico, y los aficionados que viajaron hasta Galicia. El aplauso mutuo entre futbolistas e hinchada tras el pitido final puso el broche a una temporada de ensueño.