Tudela

¿Qué será de la Chata de Griseras?

A lo largo de los años han existido distintas plazas de toros en Tudela, desde las primeras referencias en las calles Mercadal y Herrerías hasta la actual, la ‘Chata de Griseras’, que podría ser empleada en el futuro para otros usos según planteó el Consistorio tudelano.

Fotografía de la Chata de Griseras y al fondo el colegio de Griseras (Foto archivo Luis María Marín)
photo_camera La Chata de Griseras y al fondo el colegio de Griseras. Foto: archivo Luis María Marín

He leído hace un tiempo en la prensa, que el Ayuntamiento piensa renovar la actual plaza de toros de Tudela, para conseguir que a lo largo del año se pueda emplear para diferentes menesteres y que no esté tanto tiempo sin uso. Lo veo lógico, ya que cuesta un dinero su mantenimiento, para usarla solamente los cuatro o cinco días de fiestas. 

Relacionado con el tema expondré en este artículo las distintas plazas de toros habidas a lo largo de los años en Tudela. De siempre se ha dicho que las primeras corridas se celebraban en la Plaza de Santa María que hoy conocemos como Plaza Vieja, pero lo cierto es que antes que el Ayuntamiento comprase a finales del siglo XVI una casa para transformarla en la casa municipal que ahora conocemos, las corridas se daban en otros sitios, ya que se necesitó un tiempo importante para el arreglo y construcción de la casa consistorial. 

1510

Las primeras referencias taurinas en Tudela me aparecen en las calles Mercadal y Herrerías

Los primeros lugares donde existe información de que se celebraban los festejos taurinos los encuentro a comienzos del siglo XVI, ya que consta que en 1510 se corrieron toros en el Mercadal, y que un moro de la ciudad hizo los hierros para la barrera. 

La primera referencia que tengo de celebrarse corridas de toros en la parte baja de la calle Herrerías, delante lo que años más tarde fue el Teatro Municipal, me aparece en 1565, año en el que encontramos una escritura de un censo perpetuo a favor de Alvar Pérez de Veraiz sobre una casa y dos tiendas en la calle Herrerías, desde donde el Ayuntamiento presencia las corridas de toros.

Entrada de una corrida de toros en la plaza del Paseo de Invierno, corrida del día 25 de julio de 1928 (Foto archivo Luis María Marín)
Entrada de una corrida de toros en la plaza del Paseo de Invierno, corrida del día 25 de julio de 1928. Foto: archivo Luis María Marín

¿1540?-1618

La plaza de Santa María, es usada como coso taurino

La llamada Plaza de Santa María, era empleada en tiempos pasados como centro de todo tipo de actividades en la ciudad. Al igual se usaba como plaza del mercado, de ahí su nombre de Plaza de las Verduras, como se le cita en documentos antiguos, que en ella se encendían hogueras en las festividades; también servía de cementerio para los enterramientos de los feligreses de la parroquia de Santa María; se hacían torneos; e igualmente como plaza de toros. Se usaba así mismo para procesiones y manifestaciones artísticas de teatro, e incluso allí se levantaba en ocasiones la horca. Todo se hacía en la Plaza de Sta. María que era, como digo, el centro de actividades de la ciudad. 

Para las corridas de toros y según se desprende de las diversas anotaciones, el corral para los toros, se montaba al lado de la puerta del Juicio y desde allí salían los toros a la plaza. El lugar era idóneo, por hallarse en el centro de Tudela y por estar allí ubicada la casa consistorial, donde se formaba la presidencia con los regidores e invitados que el propio consistorio traía.

Con el tiempo el cabildo fue protestando cada vez más, de que se celebrasen las fiestas de los toros en la plaza de Santa María, ya que consideraban que era terreno sagrado por estar allí enterrados gran número de muertos de la parroquia. Vemos incluso cómo en una ocasión, son desenterrados y retirados, cerca de la puerta de la catedral, algunos de los difuntos y como surgen pleitos sobre este tema entre el cabildo y el ayuntamiento. Tantos fueron los pleitos, que la municipalidad fue amenazada con excomunión, por lo que decidió traspasar las corridas de toros a las Herrerías.

1619-1622

Las corridas se trasladaron a las Herrerías

Por acuerdo municipal del año 1619, las corridas para las fiestas se celebraron en la plaza de las Herrerías: «Sus mercedes acordaron que las dos corridas de este año sean en la plaza de la Herrerías».

Hemos de señalar que en aquellos años el espectáculo de toros era muy querido. En el año 1619 además de celebrarse en Herrerías dos corridas, el Ayuntamiento pidió para el día 8 de diciembre «que se concierten dos toros para el día de la Inmaculada», que al parecer no se debió de celebrar, ya que en 1620, del día 20 de abril nos ha quedado constancia de un espectáculo taurino que se celebró en la calle Herrerías, con toros que vendió por 30 ducados el arrendador de las carnicerías de Tudela, Juan Virto. El día anterior se había celebrado en Tudela una gran fiesta con torneo incluido, en homenaje a la Concepción Inmaculada de la Virgen que se había proclamado por el Ayuntamiento, cabildo y autoridades el día 8 de diciembre del año anterior. 

La función taurina que se desarrolló fue un espectáculo de rejones, que llevó a cabo un tal Francisco López del Río, del que nos ha quedado constancia, que iba vestido de negro, con calzas, capa, gorra y botillas blancas.

1622

De nuevo las corridas en la plaza de Santa María

Las diferencias entre Cabildo y Ayuntamiento se resolvieron momentáneamente sin desdoro de ninguna de las partes, en septiembre del año 1622 el cabildo promulgó una sentencia en el que autorizó a profanar el cementerio, desenterrando algunos cadáveres, ordenando a la Ciudad contribuir a la iglesia con 200 ducados de limosna y con el gasto que supusiese la exhumación de los huesos, permitiendo a partir de ese momento correr toros en el cementerio profanado. Por su parte el Ayuntamiento para subsanar estos gastos, realizó un convenio con los propietarios de las casas en este mismo año 1622, según el cual entregaron al municipio 200 ducados pudiendo alquilar los balcones para las corridas de toros que allí se celebraban. 

En el año 1654 conocemos que el día 30 de junio se celebró una corrida en la plaza de Herrerías. A partir de ese momento se celebran bien en la calle Herrerías, como anteriormente se habían celebrado y otras veces en la Plaza de Santa María.

Durante el tiempo que Tudela estuvo sin plaza de toros montaban una que se conocía como la Plaza de los Cañizos (1924 1932) (Foto archivo Luis María Marín)
Durante el tiempo que Tudela estuvo sin plaza de toros montaban una que se conocía como la Plaza de los Cañizos (1924-1932). Foto: archivo Luis María Marín

1691-1841

Corridas de toros en la plaza de los Fueros

Aprovechando la fachada del hospital de Nuestra Señora de Gracia, construido en 1549, se realizaron proyectos en el año 1687 para la construcción de una plaza cuadrada en la ciudad, que sirviese de expansión para Tudela y a su vez que se pudiese usar para plaza de toros, para lo que era necesario cubrir el río Queiles en el trayecto que iba a ocupar ésta, así como el cauce del río o acequia llamada del Vencerol, que iba hasta lo que hoy es la calle Gaztambide. En el año 1688 se acordó realizar un arco de piedra encima del río, aprovechando para ello la que había en el monte del castillo, restos derruidos de lo que en su día fue la más importante fortaleza de Navarra. Las obras comenzaron en ese mismo año 1687 y la primera corrida se pudo celebrar el 30 de julio de 1691.

El ayuntamiento cobraba un impuesto a los propietarios de los balcones, los cuales, a su vez, alquilaban éstos para que la gente y público en general pudiesen ver el espectáculo, siendo el propio ayuntamiento quien fijaba el precio a los balcones, como así vemos en los años 1692 y 1693, a excepción de uno de los balcones de cada casa que tenían derecho a quedarse gratis los propietarios. Esta costumbre perduró hasta que dejaron de realizarse espectáculos taurinos en la plaza Nueva, en el año 1842, cuando se inauguró la del Paseo de Invierno.

Delante de las fachadas se colocaba un vallado de madera, que constituía la entrada de general, y donde se colocaba el público. 

En la Plaza Nueva la presidencia de las corridas estaba instalada en la casa consistorial. Allí acudía el ayuntamiento, quien poco antes de la corrida, se trasladaba desde la plaza de Santa María uniformado con el traje de golilla y precedido de los clarineros, timbales y guardias alabarderos. La comitiva, atravesando la calle Carnicerías, hacía la entrada en la plaza por el portal llamado del Matadero, (Arco de Yanguas y Miranda) subiendo al balcón principal. Otras veces, precedido de los gigantes y danzantes, tomaba asiento en tres magníficas carrozas y en compañía de los más ricos y nobles hambres, que eran los que las prestaban, se trasladaban a la plaza con lacayos y cocheros.

Una vez en el palco presidencial lo primera que hacía el alcalde y regidores era una gran reverencia hacia el balcón del hospital, donde se colocaba el cabildo, el cual correspondía de la misma manera. Tras estos protocolos y ritos, se daba orden de comenzar el espectáculo, apareciendo el despeje plaza, cargo que recaía en un regidor a caballo con traje de golilla.

A mitad de la corrida se comenzaba a merendar. El Ayuntamiento se mostraba espléndido con el pueblo, y de unos canastillos forrados de percalina, arrojaban peladillas y almendras garrapiñadas.

En esta plaza conocemos varios incidentes, el más importante la muerte en el año 1780 del muy famoso en aquella época, Mariano Ceballos (a) el Indio. El segundo son las veces que por un motivo u otro fueron suspendidas las corridas: En el año 1785 por pragmática sanción fueron prohibidas las fiestas de toros de muerte en toda España, así como el correr toros y los novillos ensogados o de cuerda por las calles. Prohibición que todavía vemos hasta 1790; en los años 1793 y 1794 tampoco se celebraron corridas por estar en guerra contra Francia, al igual que en la francesada de 1809 a 1813.

 Corrida de toros en la plaza de toros del Paseo de Invierno día 26 de julio de 1901 (Fotografía Nicolás Salinas)
Corrida en la plaza de toros del Paseo de Invierno día 26 de julio de 1901. Foto: Nicolás Salinas

1842-1919

La plaza de toros del Paseo de Invierno

El Hospital de Tudela cuando los festejos taurinos se daban en la plaza de los Fueros, recogía beneficios de los espectáculos, tanto del alquiler de los balcones y ventanas que daban a la plaza, como de montar algunos balcones y tablados en su fachada, por lo que el hospital pensó en la construcción de una plaza de toros propia.

Después de diversas gestiones, con fecha 1º de marzo de 1841 el Hospital y Junta de Beneficencia obtenían permiso para construir por su cuenta la plaza de toros, que se inauguró con dos corridas los días 9 y 10 de septiembre de 1842. La plaza, muy bonita, se hizo muy similar, casi copia, de la de Zaragoza. 

Aunque interiormente el ruedo era circular, así como los tendidos, la parte de los palcos hacían una forma de un poligonal de 48 lados, lo que le daba una característica personal; tenía tres pisos, tendido, grada y palcos, y cabida para 7.300 personas. Estaba situada en el Paseo de Invierno, en la zona que hoy está la telefónica y parte de la calle Frauca que va hacia la estación de ferrocarril.

Por no dar beneficios y necesitar una reforma, la plaza fue subastada en 1886 pasando a manos particulares y tras diversas pérdidas económicas, cerró en 1919. La última corrida se celebró el 25 de julio de ese año.

 

1924-1932

Plaza de los Cañizos y otras portáliles

En vista de que las fiestas «santanecas» decaían sin festejos taurinos, cinco años después de cerrarse  la plaza del Paseo de Invierno, en 1924 se pensó en construir una plaza de madera, coma así se hizo, en el término de Gardachales en unos solares cercanos al sitio que años más tarde se hizo la actual, en donde pasado el tiempo se construyó el matadero municipal. Fue conocida como plaza de Madera o Plaza de los Cañizos,

Con la gran afición taurina que había en la ciudad, sin plaza y sin espectáculos taurinos, las fiestas decayeron ya que desde 1919 hasta 1924 no hubo corridas y desde 1924 a 1932 hubo años que tampoco se celebraron en las plazas portátiles o de cañizos, como se les llamaba en Tudela.

Vista de la plaza de toros construida en 1933, al lado el campo de fútbol del Tudelano (Foto archivo Luis María Marín)
Vista de la plaza de toros construida en 1933, al lado el campo de fútbol del Tudelano. Foto: archivo Luis María Marín

1933

La Chata de Griseras, desde 1933 hasta la actualidad

En febrero de 1933 se formó una sociedad con intención de realizar una nueva plaza de toros, que solicitó al Ayuntamiento la cesión de unos terrenos en Griseras. Después de muy distintas gestiones, el Ayuntamiento de Tudela, en sesión de la Junta de Veintena celebrada el día 7 de marzo de 1933, tras una muy larga exposición de los gastos y de los impuestos que iba a recaudar, acordaba avalar mediante acciones el capital de 200.000 pesetas al 6% que era el importe que se calculó que iba a costar construir la nueva plaza de toros y cedió a la sociedad en arriendo el solar que ocupa por un precio simbólico de 5 pesetas al año.

Con esta decisión el Ayuntamiento sin desembolsar el importe de golpe y con un interés del seis por ciento que tenía que abonar a los inversores, conseguía dos cosas, el que se construyese una plaza de toros que con el tiempo iba a ser suya, y paliar la grave crisis de trabajo que existía en aquellos momentos en Tudela. 

Las obras comenzaron en marzo de 1933, y la plaza, se hizo en 110 días, terminándose el día 16 de julio de ese mismo año, siendo inaugurada el día 26 de julio, festividad de Santa Ana, con una corrida de postín, en la que con toros de doña Manía Montalvo de Salamanca, actuaron Fermín Espinosa («Armillita Chico»), Manuel Mejías «Bienvenida» y Domingo Ortega.