Fauna

El vencejo común, Ave del Año 2021

Estas aves pueden pasar hasta un año sin posarse en ningún momento, comiendo, bebiendo y durmiendo en el aire.

Vencejo común
photo_camera Vencejo común

El vencejo común es el Ave del Año 2021 por una amplia mayoría de votos según SEO Bird, quien recuerda la importancia de su conservación ya que la población de esta ave sufre un declive de cerca del 30% con respecto a las últimas dos décadas. El presente y el futuro de esta maravillosa ave corre peligro.

Los vencejos forman parte de la memoria colectiva de muchas personas: no hay mejor anuncio del inicio de la temporada primavera-verano que el sonido de los vencejos por la mañana. Pero, además, se encuentran entre los seres vivos más fascinantes del planeta por su asombrosa forma de vida.

Los vencejos se han adaptado de tal forma a la vida en el aire, que pueden pasar hasta un año sin posarse en ningún momento, comiendo, bebiendo y durmiendo mientras vuelan de forma ininterrumpida. Únicamente en el momento de nidificar requieren posarse, algo que siempre harán en las en las zonas más altas, habitualmente en grietas y huecos de edificios. Eso es lo que hace que se hayan convertido en uno más de los vecinos habituales en pueblos y ciudades.

“Los humanos, con las nuevas tendencias urbanísticas, no estamos cumpliendo con nuestros vecinos”, se lamenta la organización. Una de las principales amenazas que sufren estas aves en nuestro país es la destrucción de sus lugares de cría. Así, cuando vencejos comunes y pálidos vuelven desde África año tras año a criar en los mismos edificios, en ocasiones se encuentran con sus zonas de cría destruidas por obras de rehabilitación.

En SEO/BirdLife llevan desde sus inicios, hace 66 años, trabajando por la conservación de aves como los vencejos. Identifican y denuncian las amenazas que provocan su declive y propon las medidas necesarias para su conservación. Durante 2022 intensificarán el trabajo de conservación en favor de un ave que, como todas las que se encuentran amenazadas, despierta todas nuestras alertas. 

“El hecho de ver menos gorriones, menos golondrinas o menos vencejos no es anecdótico sino una poderosa señal de alarma clara de que afrontamos una crisis ecológica sin precedentes que nos debe obligar a repensar nuestra relación con la naturaleza. Es el momento de poner toda nuestra energía al servicio de la naturaleza y las especies que permiten que la vida siga su curso. Sin ellas, no hay presente y mucho menos futuro”, manifiesta la SEO con convicción.