Comarca

Hartazgo con los parques eólicos

Diferentes organizaciones, colectivos y grupos se están movilizando ante la ingente avalancha de solicitudes de creación de parques solares y eólicos que está teniendo lugar en nuestra Comarca.  
Aerogeneradores
photo_camera Los campos anexos a la Autovía del Ebro están plagados de aerogeneradores

No sólo Ecologistas en Acción y Gurelur se están movilizando ante la ingente avalancha de solicitudes de creación de parques solares y eólicos que está teniendo lugar en nuestra Comarca. También colectivos y grupos de vecinos locales se están comenzando a movilizar ante el evidente intento orquestado por las diferentes empresas con intereses en el sector para ‘colar’ una serie de proyectos, amparándose en su declaración de utilidad pública.

Nadie cuestiona el valor de las fuentes de energías renovables, ni el interés y obligación que tenemos de promocionar una economía verde a futuro, como tiene proyectado y comprometido Europa. Es motivo de orgullo que en 2020 el 53% del consumo eléctrico se produjera con estas fuentes e, igualmente, es importante que sólo la tecnología de la energía eólica ya aportara al conjunto el 36% del total anual, con un total de 6.607 GWh producidos.

Ahora, más de 50 proyectos de instalaciones solares y fotovoltáicas están sobre a la espera de autorización para unas inversiones que superarían los 1.300 millones de euros ocupando más de 10.000 hectáreas, que es donde radica el problema de su impacto ambiental, más allá de la evidente y por todos compartida creación de riqueza y de puestos de trabajo que estas tecnologías suponen.

Hay presentados, en periodo de alegación pública, más de 24 expedientes para la creación de parques eólicos y de 22 plantas o huertas solares, y la evidencia conduce a concluir que hay que repensar este desarrollo y su repercusión global.

Las empresas e industrias de estos sectores estratégicos se están movilizando porque los fondos europeos, Next Generation, y la Estrategia Navarra Green les van a aportar 761,5 millones para las renovables en general y 218,1 millones para la instalación de aerogeneradores, con el fin de dar un fuerte impulso a las energías renovables con el objetivo último marcado en Europa de la descarbonización y el fin de la dependencia energética, pero todo debería tener un límite. 

Lo que sí sorprende es que desde lo público, tanto ayuntamientos como Gobiernos se esté haciendo la vista gorda ante estas legítimas iniciativas empresariales que demandan, como mínimo, valorar en qué y cómo estamos transformando nuestro entorno. No sólo por los daños a las aves que está demostrado están generando los parques eólicos, -el de Cavar, en Valtierra y Cadreita, ha causado ya la muerte de unas 100 aves en sus 8 meses de funcionamiento-, sino porque estos aprovechamientos también deberían repercutir al erario público de forma directa si tenemos que soportar la carga estética que implican.

 La Puntilla de Plaza Nueva

¿Porqué no se invierte en aprovechar las miles de hectáreas de techos urbanos e industriales con que contamos en lugar de saturar el campo de huertas y plantas?