Cascante, emblema romano de la Ribera y los alrededores, enfila la recta final de cara a la Semana Sanata con la vista puesta en varias citas señaladas por estas fechas en la localidad. La procesión de los Mazos y la Guardia de los Alabarderos pondrán el acento tradicional y genuino a la semana.
El martes 22, los vecinos de la ciudad arropan al Cristo de la Columna, copatrón de los cascantinos, en una procesión con mucha historia, y que va desde la Basílica del Romero hasta la iglesia de la Asunción. La de los Mazos es la marcha más emblemática de la Semana Santa cascantina, por su aire entremezclado de tintes lúdicos, al son de los mazos y carracas que portan los niños en el recorrido, pero también solemnes, por la relevancia y el simbolismo del cristo entre la población.
La Guardia de Alabarderos, que se celebra el Jueves Santo, ejemplifica recuperación de una tradición de los moradores de la calle La Victoria, que hace 10 años decidieron reimpulsar esta escenificación. En ella, tras la lectura de las Siete Palabras por parte del párroco, los Alabarderos protagonizan un vistoso y elegante cambio de guardia que nunca deja indiferente a los vecinos y visitantes allí presentes.
Como colofón a las fiestas, y aunque no con la vistosidad de otras citas como las de Tudela o Corella, la procesión de Viernes Santo también se convierte en cita ineludible para los cascantinos.
Arte y gastronomía
Cascante ofrece al viajero, además de estos tres ejemplos de tradición sacra, una amplia oferta gastronómica con especial gusto por las verduras de temporada y un patrimonio artístico coronado con la imponente Basílica del Romero.
