Tudela

Eneko Larrarte: “La relación entre los grupos que componemos el equipo de gobierno ha crecido en madurez”

El ecuador de la legislatura ha pasado. Es un momento clave para el equipo de gobierno que encabeza Eneko Larrarte. El alcalde hace balance antes de las Fiestas de Santa Ana 2017.

 

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photo_camera Eneko Larrarte, alcalde de Tudela

Hace dos años, Eneko Larrarte afrontaba sus primeras fiestas como alcalde. El paso de los días y la intensidad de la actividad política han puesto sobre la mesa muchos puntos de debate, pero no le han quitado las ganas de disfrutar de unos días que siempre aprovecha al máximo companginando ese disfrute con la responsabilidad.

¿Ha sido este el año más intenso de la legislatura hasta el momento?

Ha cambiado con respecto a los anteriores. Antes había muchas cosas en las que no sabíamos por dónde nos daba el aire. La ola de las expectativas fue muy grande y duró un tiempo, pero este año ha sido diferente. En primer lugar tenemos la responsabilidad de recoger los frutos de los proyectos que hemos ido lanzando y hemos sufrido la ansiedad de ver cosas por las que estábamos trabajando y a las que les costaba salir. No sé si ha sido tan intenso.

Pero si ha sido más intenso en cuanto al tono. 

En el tema de la oposición lo ha sido, sí. En el plano positivo me quedo con el grado de madurez que hemos adquirido en cuanto a la relación entre los grupos del equipo de gobierno. Una madurez que sirve para saber dónde tenemos que centrarnos, cuáles son los temas prioritarios… en ese sentido hemos subido una marcha en el ritmo de centrarnos en las cosas importantes.

A dos años vista de las próximas elecciones, ¿se va a poder encauzar este tono entre gobierno y oposición? 

No sé si se va a poder o no. Voy a intentar que nuestra relación con la oposición sea la mejor posible, intentando recibir propuestas de cualquiera de los grupos que la forman. El problema es cuando no se propone nada. Yo he dicho públicamente que agradezco la disposición del Partido Popular con algunos temas, pero eso son las excepciones. En el día a día, sobre todo en el grupo de UPN, echo de menos propuestas y veo mucha voracidad en temas menores, muy de barra de bar y que encienden mucho a la gente. Para mí eso no ayuda a la convivencia ni al desarrollo de la ciudad. La dinámica que hay no me gusta pero no me siento responsable. Sí corresponsable en una parte, pero no reponsable.

Hay voces que reclaman que se vean cosas después de dos años en el Ayuntamiento. ¿Qué les puede decir? 

Que lleva mucho trabajo y tiempo pelear las cosas y que en algunos temas estamos a expensas de la lentitud de la maquinaria burocrática de entidades más grandes que la propia administración local. Estoy seguro de que en este periodo 2017-2018 vamos a ver salir adelante muchas cosas que han requerido ‘trabajo de cocina’. Y si no se ven, evidentemente seremos objeto de crítica y con razón, desde luego.

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¿Está Eneko Larrarte más, menos o igual de ‘desgastado’ o ‘saturado’ de lo que creía que iba a estar cuando comenzó su andadura en junio de 2015?

Diría que soy más consciente de qué va esto. Eso te da más satisfacciones pero también es más duro. El conocimiento siempre es revolucionario, te miras al espejo, ves que no estás dando el callo donde deberías… pero no me siento más desgastado.

 En este periodo 2017-2018 se van a empezar a apreciar cosas en la ciudad que han requerido mucho ‘trabajo de cocina'

En cuanto al liderazgo comarcal de Tudela a través de EDER, ¿está satisfecho con la EEI de la Ribera?

Mucho. Hemos dado el paso que parece más pequeño pero que es el más importante: sentirnos activos y sentirnos un colectivo como comarca. Eso tiene un efecto multiplicador y de motivación que está por encima de cualquier infraestructura que pueda ser necesaria. Estamos rompiendo con ese victimismo y poniéndonos a trabajar en positivo. La respuesta que ha habido en el proceso participativo es espectacular, con más de 200 agentes implicados. Me preocupaba mucho que eso se hubiese dejado de la mano de Dios. Ahí sí que creo que, en su día, ha habido dejación de funciones.

¿Qué hay de las relaciones con el Gobierno de Navarra? ¿Nos escuchan como se pedía?

Es como el hermano mayor. Si a nosotros nos cuesta cambiar y sacar cosas adelante, a ellos mucho más. Virar ese barco es más costoso que virar el de una administración local. A nivel personal, puedo decir que los funcionarios y técnicos de la casa valoran el trato y la cercanía por parte del Gobierno de Navarra. Antes costaba mucho más cerrar agendas, etc… pero por otro lado, estamos en un momento crítico. A la brecha territorial hay que darle un golpe de timón ya.

¿Y todavía no se ha acometido ese reto de la brecha territorial después de dos años?

Esa política de redistribución de la riqueza todavía no se ha puesto en marcha. El problema no es Norte-Sur ni abertzales-españolistas. El problema es de distribución de los recursos entre el centro y la periferia. Aquí corremos el riesgo de que la Cuenca acoja todo el talento, los centros tecnológicos, los centros empresariales, etc… tenemos que ser consecuentes con ese lema que define a navarra como tierra de diversidad.

 El Gobierno de Navarra tiene que hacer frente a la brecha territorial de manera urgente; corremos el riesgo de que el talento y los medios se queden en la Cuenca de Pamplona

¿Cuántas ganas tiene el alcalde de que comiencen las fiestas?

Muchas. Muchísimas.

¿Van a ser una especie de bálsamo?

Bálsamo precisamente no lo creo, porque acabas cansado por disfrutar de todos los momentos, de los gigantes… bálsamo espiritual puede ser (ríe)... pero suelo terminar cansado y necesitaré algún día de vacaciones después.

Unas fiestas en las que se ha aumentado el gasto con respecto al pasado año.

Hemos intentado mejorar cosas, como el tema de los fuegos artificiales, por ejemplo. Pero más allá de lo que dediquemos, creo que el año pasado demostramos que vamos en una línea de dar mucho lustre a las fiestas de día. Hubo un gran ambiente a la hora del vermú en varias ocasiones. Me parece que eso tiene mucho más que ver con lo que deberían ser las fiestas de Tudela, mucho más que un llamamiento masivo a un acto concreto. Las fiestas consisten en salpicar la ciudad de cosas que suceden y en que cada uno encuentre su espacio.

Las fiestas, más que en
un llamamiento a unos u otros eventos masivos, consisten en salpicar la ciudad de cosas que suceden y en que ahí cada uno encuentre su espacio

Teniendo en cuenta el contexto actual, en el que se trabaja a destajo en la seguridad vistos los sucesos que se dan en Europa, ¿se ha tratado ese tema con los cuerpos policiales de cara a las fiestas?

Sí, se trabaja ese tema como se están trabajando otros de cara al año que viene. Pero en estas cosas hay que hablar poco y simplemente estar alerta. No hay que estar obsesionado porque la vida tiene que seguir pero sí alerta. Hay concienciación y los diferentes cuerpos de policía intentan dar lo mejor de sí y estamos muy contentos con su trabajo.

Bajó el número de peleas en 2016. ¿El reto es reducirlas aún más?

Lo es, pero el resultado final no depende solo de nosotros. Es cierto que el año pasado nos marcamos un objetivo, pusimos los medios, realizando una labor de concienciación y al final nos salió como queríamos. Fue una satisfacción y vamos a repetir ese trabajo previo.

¿Cómo animaría el alcalde a los tudelanos y visitantes a que cada uno encuentre ese
espacio del que habla?

En el ‘saluda’ del programa de este año, he querido resaltar la idea de comunión que tienen las fiestas. Todos nos igualamos con el blanco y rojo y surge una catarsis muy bonita. Es casi una obligación plantearse estos días para disfrutar.

“Me ha parecido muy injusto que se acuse al concejal de Festejos de falta de trabajo e implicación”

El alcalde no ha sido ajeno a la polémica generada por la elección del escenario de  la fiesta Todo Joven. Se muestra convencido de que el parque Padre Baztán es una buena opción.

¿La decisión de este año es una especie de mensaje que dice que ese tipo de eventos no tienen cabida en el centro de la ciudad?

No sé si hasta ese punto. Es un debate interesante y quizás no lo hemos encauzado suficientemente bien y se han trasladado mensajes que son mentira. La fiesta ha cambiado y no sé si los organizadores creen que ese es el ‘hijo’ que quieren tener, si es el tipo de fiesta que nos gusta… nosotros ahí somos un actor más, pero no los ‘padres’ de la criatura. Tiene una serie de inconvenientes. Estamos viendo situaciones de riesgo en muchísimos sitios. El tema de la masificación y el mobiliario urbano nos preocupaba y la valoración policial era de riesgo medio-alto en Herrerías.

La percepción general es que está apartado del corazón de la fiesta.

Es una ubicación que está a cinco minutos andando de la plaza del Liceo, lugar de la comida. A nosotros eso no nos parece llevar un acto lejos del centro. Es un lugar acotado, responde a las demandas del año anterior. Y de hecho creemos que va a ser un lugar interesante para testar la idoneidad de futuros actos.

Y el entendimiento con las peñas, ¿queda tocado?

Yo creo que hay un buen entendimiento con las peñas. Eso no quiere decir que nos hayamos podido equivocar. Lo que me pareció injusto era acusar a Iñaki Magallón  de trabajo y de implicación, cosa que es injusto y es mentira.