Por la cocina
Ir al médico en Tulebras se ha convertido en toda una odisea. Pero no porque carezcan de instalaciones médicas apropiadas a las necesidades de un pueblo de 110 habitantes. El problema reside en los accesos a las mismas. Desde que hace unos 10 años se llevara a cabo la ampliación del Club de Jubilados, al que se dotó de un amplio comedor, el centro médico de Tulebras quedó relegado a un total segundo plano. Y nunca mejor dicho, porque se halla encajonado entre el citado local, que es bar y restaurante, y otro edificio contiguo. Por ello, para acceder al consultorio es preciso atravesar primero no sólo el bar del club de jubilados, sino también su comedor y un patio interior.
Denuncia desde el PSN
Aun así, la situación sería soportable para los vecinos de Tulebras si no fuera por los innumerables inconvenientes que han ido surgiendo. Entre ellos, el tener que esperar a que abra el bar para comenzar la consulta o el acceder al centro médico por la cocina del restaurante cuando el comedor se encuentra ocupado. El actual regente del citado restaurante, Francisco Soria, ya está acostumbrado a todo. “Para mí no es ningún trastorno, ni me molesta que la gente cruce el bar para ir al médico. Al contrario, me sirve para hablar con ellos e incluso si quieren tomar algo les invitamos. Tampoco es que abra a las nueve por ellos. Abriría igual a esa hora e incluso antes si fuera necesario. El trastorno es para ellos”, comentó.
Las deficiencias que presenta el centro médico de Tulebras fueron denunciadas recientemente por el PSN-PSOE a través de una nota de prensa en la que acusó al Gobierno Foral de “desinterés en que la sociedad navarra conozca los problemas reales de algunas localidades pequeñas”, al tiempo que anunció que sus parlamentarios visitarán el centro para posteriormente llevar las conclusiones hasta la sede parlamentaria.
Esta actitud supone un alivio para el alcalde de Tulebras, el independiente Rafael Ayensa, que lleva 5 años solicitando ayudas al Departamento de Salud sin obtener respuesta. “Alegamos malos accesos y proponemos trasladar el centro a los bajos del Consistorio que serían cedidos por el Ayuntamiento. Sólo haría falta un pequeño acondicionamiento y mudar el mobiliario que está en perfecto estado. El presupuesto no superaría los 18.000 euros, pero nuestro ayuntamiento es muy pequeño para acometerlo sólo”, explicó Ayensa.
