Monteagudo

Rehabilitar es reciclar

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La rehabilitación de viviendas y espacios urbanos es vital para un crecimiento sostenible. El año pasado la oficina de Rehabilitación de Viviendas y Edificios de Tudela cumplió veinte años en la Casa del Reloj de la capital ribera, desde donde se gestionan las ayudas del Gobierno de Navarra para la rehabilitación protegida de viviendas. Al frente de esta oficina, dependiente en los últimos dieciséis años de la Mancomunidad de Residuos Sólidos de la Ribera, se encuentra el arquitecto Miguel Carasusán, director de Orve Ribera.

La rehabilitación protegida se ha convertido en una opción para aquellas personas que, disponiendo de una vivienda antigua, no deseen realizar una fuerte inversión en el acondicionamiento de la misma y, al mismo tiempo, contribuyendo con ello al reciclaje de las ciudades ya que, en opinión de Miguel Carasusán, “tenemos un patrimonio edificado y no conviene pensar sólo en seguir construyendo nuevos edificios sin reciclar la ciudad. Pero no sólo desde el punto de vista de viviendas sino también de núcleos urbanos enteros, plazas, etc. Y rehabilitar es precisamente reciclar”.

Condiciones para acceder a las ayudas

Desde la oficina de la ORVE se gestionan anualmente unos 150 expedientes de ayudas, que equivalen a alrededor de 250 viviendas y dice Carasusán que “en Navarra estamos en un buen nivel en lo que a ayudas para la rehabilitación se refiere, equiparados a otras zonas como Vitoria.

A lo largo de veinte años, la ORVE de la Ribera ha tramitado multitud de ayudas y colaborado con VINSA y otras entidades públicas y privadas. Cuenta, además, con los Cascos Antiguos de Tudela, Corella y Cintruénigo como Áreas de Rehabilitación Preferente. El de Villafranca lo será en breve.

Colocación de ascensores

La concesión de las ayudas en materia de rehabilitación está sujeta a un condicionado en el que la antigüedad mínima de 15 años de la vivienda que quiere ser rehabilitada y el hecho de que vaya a ser destinada a residencia habitual se convierten en las más importantes. A ellas se suman otras como que el presupuesto de las obras supere los 4.000 euros y no exceda los 1.416,79 euros por metro cuadrado y que se haya obtenido la consiguiente licencia municipal.

Así, dependiendo de la antigüedad de la vivienda, la cuantía de las ayudas varía, siendo un porcentaje del total de gastos que, en el caso de viviendas de entre 15 y 50 años, se sitúa entre el 7 y el 11 %. A partir de 50 años de antigüedad, esta subvención se duplica hasta un porcentaje de entre el 14 y el 22%.

También existen unos supuestos de ayudas, de hasta el 40% del presupuesto total, de las que pueden ser beneficiarios los mayores de 65 años, las viviendas que vayan a ser adecuadas para minusválidos y las áreas de rehabilitación preferente.

Todos estos casos se complementan con ayudas municipales a la rehabilitación de viviendas en los Cascos Viejos de Tudela, Cintruénigo y Corella y que oscilan entre un 5 y 10% más.