La alarma sobre el posible cierre del Comedor Social de Tudela saltó desde los grupos I-E y PSN, después de que el alcalde, Luis Casado, se negara a contestar el viernes pasado hasta en 3 ocasiones a las preguntas que le hicieron en el transcurso del Pleno mensual a cerca del posible cierre de este comedor.
El tema salió a colación de las declaraciones de una de las trabajadoras del Comedor Social, que ha recibido recientemente una carta en la que se le informaba de que a partir del 31 de diciembre quedaba despedida, con la explicación de que el Ayuntamiento iba a efectuar recortes en ese área.
La única respuesta del alcalde cuando fue preguntado, tanto por los grupos de la oposición como por un ciudadano que acudió al pleno ordinario mensual, sobre el posible cierre de este espacio dedicado a las personas más desfavorecidas, fue que "la semana que viene (por ésta), cuando en Comisión de Hacienda se hable del Presupuesto, se dará cuenta de todo". Respuesta que fue interpretada por los grupos de la oposición PSN e I-E como una posible confirmación. Por su parte, la portavoz de I-E, Milagros Rubio, se mostró muy indignada con las evasivas del alcalde, y le contestó que ya consideraba respondida esta cuestión (interpretando que se cerraría el Comedor).
Este lugar, al que acuden escasas personas (8 personas al día en noviembre) ofrece menús que oscilan entre 1€ y 3,65€. Sin embargo, la concejal de Bienestar Social, Natalia Castro, afirmó hace 3 semanas que la escasa afluencia de personas que utilizaban este comedor no sería el pretexto para interrumpir este servicio.
