El conflicto existente en el fútbol profesional sobre si echar o no el balón fuera cuando un jugador está tirado en el campo, por los diversos casos de picardía que se aprovechan de la deportividad del rival, se ha trasladado a los terrenos de juego navarros con un final poco feliz.
Era el minuto 75 del encuentro de Preferente entre el Sesma y el Tudela 1999 cuando el entrenador visitante, Matías Pacífico, instó a sus jugadores para que no echaran el balón fuera porque “lo estaban haciendo para perder tiempo”, relataba. Esta actitud no gustó a uno de los aficionados locales que “empezó a decirme todo tipo de insultos. Yo estaba apoyado en la barandilla del banquillo y en un gesto para quitármelo de encima le empujé hacia atrás, me metí dentro del campo y saltó a agredirme”, explicaba. De hecho, el colegiado tuvo que suspender en ese momento el partido hasta que llegó la Guardia Civil, y en el acta redactó que habían saltado al campo a agredir al entrenador del Tudela. “Lo que pasa es que el Sesma, para justificarse de los hechos, le dijo a esa persona que me denunciara a la Guardia Civil como que yo le agredí. La única forma de cubrirse es echándome a mí la culpa porque si la Federación ve lo que dispone el acta tiene que cerrar el campo”, indicaba Pacífico.
La versión del Sesma dice, en cambio, que el aficionado local sólo le dijo “qué deportividad tienes entrenador” y que Pacífico le amenazó con darle un codazo si no se callaba. “Entonces le dijo: ¿cómo dices? y se lo propinó. A partir de ahí hubo revuelo en los banquillos y el entrenador le acusó de mentiroso, por lo que el aficionado se calentó y saltó a por él, pero le detuvimos”, comentaba el secretario local, Gregorio Martínez. Una vez terminado el encuentro (empataron a 1) el árbitro les leyó el acta. “Me indignó que hubiera puesto que la gente había saltado al campo porque no es cierto y el delegado federativo lo puede corroborar y, por eso, estoy tranquilo. Pero fue por lo que animamos al aficionado a que pusiera la denuncia a la Guardia Civil, para que constara que el que realmente empezó la gresca fue Pacífico, que ya lo conocemos todos y sus antecedentes ahí están”, concluía Martínez.
