Las guerras del agua

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Hoy en día nos parece natural tener acceso al agua potable. La usamos para todo, la dejamos correr, siempre estuvo ahí y siempre estará, como el aire que respiramos, y también así de imprescindible. Sin embargo hoy 1.500 millones de personas en el mundo no pueden gozar de este mismo privilegio y es la ONU, no algún ecologista mal informado, quien afirma que para el año 2025 la demanda de agua potable será el 56% más que el suministro.

La mayoría de nosotros, no ya nuestros hijos o las generaciones futuras, no tendremos agua si no pertenecemos al selecto grupo que pueda pagarla a “Precios de Mercado”.

Y no es necesario analizar demasiado para preguntarse si Bush fue a Irak solo por petróleo o también por el Eufrates y el Tigris, como tampoco para pensar que cada vez que hablan de terrorismo en la Argentina, Brasil y Paraguay, es probable que estén preparando la excusa para poder apoderarse del Sistema Acuífero Guaraní, una de las más importantes reservas de agua subterránea del continente.

Tampoco puede ser casual que la mayoría de las bases militares de EE.UU. en otros países se instalen cerca de las principales reservas de agua.