'Huellas del pasado' es la tercera parte de tu trilogía ‘Caminos Cruzados’, cuando comenzaste la historia, ¿estaba pensada como una trilogía o continuarla fue fruto del proceso?
Comencé la historia casi por la insistencia de una amiga con la que comparto un gusto común por las historias de zombies, puesto que en un principio yo era reacio a escribir sobre esta temática por la cantidad de historias de este tipo que ya hay. No quería que fuera una más, sino que tuviera, digamos, mi marca personal, que fuera mía.
A partir de ahí, la historia simplemente fluyó y escribí de forma simultánea la primera y la segunda parte. La tercera surgió sola, ante la necesidad que tenía de darle un fin a la trama y a sus personajes.
Al igual que en las dos novelas anteriores la trama principal se enfoca en cómo los personajes sobreviven en un mundo hostil, en esta tercera entrega ¿qué destacarías de los protagonistas?
A lo largo de los tres libros, los distintos personajes transitan por un camino, como dices, lleno de peligros, en el que la sensación es que en cualquier momento todo se puede torcer (y spoiler: se tuerce).
Huellas del pasado es el final de ese camino. Después de todas las penurias que han atravesado unos y otros, algunos han conseguido a duras penas llegar hasta aquí, y la clave reside en si serán capaces de continuar con vida un poco más. Durante toda la historia se han creado relaciones muy profundas entre los personajes, o se han intensificado todavía más las que ya existían antes de la aparición del primer brote.
La lectura y la escritura siempre han formado parte de tu vida pero ¿de qué forma compaginas tu profesión como maestro con tu labor como escritor?
A veces es difícil, porque la docencia y mis alumnos y alumnas son mi prioridad. En muchas ocasiones tengo que conformarme con pequeños ratitos semanales en los que puedo dedicarme a escribir, los cuales trato de aprovechar lo máximo que puedo. De todas formas, adoro la docencia tanto como crear historias, así que ambas cosas las hago encantado.
El proceso de publicar una novela pasa por varias fases desde perfilar una idea hasta tener el libro en tus manos, ¿cuál es la fase de la que más disfrutas?
Todas las fases tienen su atractivo, la verdad. Cuando surge la idea, es espectacular comenzar a darle forma y ver cómo va convirtiéndose en páginas. Después están los quebraderos de cabeza que da el conseguir que todo esté conectado y tenga sentido. Esa parte, aunque es ardua, también la disfruto mucho. Y la primera relectura, que lleva consigo la primera corrección, es realmente satisfactoria porque ves el boceto del fruto del trabajo de muchas horas, aunque sabes que te quedan otras muchas por delante hasta dejarla lista del todo.
Tampoco puedo olvidarme del momento en el que veo las que serán las portadas, que las hace mi hermana. Creo sinceramente que tiene un don para captar la esencia de mis libros en una imagen.
Tu trayectoria es verdaderamente prolífica, ¿tienes nuevos proyectos en el horizonte?
Me satisface decir que no suelo estar mucho tiempo sin escribir. Antes incluso de terminar de escribir la trilogía, surgió una idea que dejé plasmada en una hoja de word para retomarla más adelante. Esa idea ha ido creciendo durante este tiempo hasta convertirse en otra historia, totalmente independiente, que publicaré este mismo mes. Se titulará 'Cielo Negro' y será una historia de amor, aunque con los tintes que me caracterizan de suspense e intriga.
