Bajo el lema resonante de “No a la guerra entre los pueblos, no a la paz entre las clases” se desarrolló en la tarde de ayer la conferencia de Carlos Taibo, escritor, editor y profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid. El centro cívico Lestonnac llenó una de sus salas con el objetivo de asistir a una brillante explicación de los antecedentes, contexto y motivos que intervienen en el complejo conflicto entre Ucrania y Rusia.
En esta actividad organizada por el Ateneo Republicano, Taibo se acompañó de su libro ‘Rusia frente a Ucrania. Imperios, Pueblos, Energía’ que goza de buena salud. La obra, publicada en 2014, se encuentra reeditada y actualizada en su séptima edición puesto que se aproxima al conflicto bélico de rabiosa actualidad que asola Ucrania.
Taibo abordó la disputa histórica entre ambos países en la que se dibuja la silueta de las potencias occidentales con la OTAN como emblema y el comportamiento de Rusia como potencia. El autor señaló la Guerra Fría como punto de partida al conflicto actual y apuntó como “fallido” el deseo de Ucrania de “servir de puente entre ambos mundos”. Por otra parte, quiso poner de relieve que todas las partes implicadas, desde Estados Unidos a Rusia, pasando por China tienen una alta carga de responsabilidad, aunque sea por omisión como en el caso de China.
En su clara y eminente exposición Taibo enumeró una serie de apuntes que llevan a ampliar el entendimiento del contexto actual. Entre ellas, perfiló que “hemos de acostumbrarnos a este tipo de conflictos sucios, donde no es posible vislumbrar con claridad los agresores y las víctimas”. Citando en contraposición los ejemplos de los conflictos acaecidos en el Sáhara y el Kurdistán.
Por otra parte, resultó necesario invocar los conceptos de ‘colapso’ y ‘ecofascismo’ para apelar a dos realidades que paulatinamente se imponen en la actualidad y, por tanto, necesarias de reflexión y conocimiento. Las personas asistentes a la conferencia cerraron la actividad con una nutrida ronda de preguntas, reflexiones y observaciones que compartieron con Taibo y que, de alguna forma, marcaron el contrapunto a un análisis tan riguroso y realista como desalentador.
