Catalogar la música de Fuel Fandango no resulta sencillo. Aquí no valen las etiquetas. Flamenco, funk, electrónica... todo se entremezcla en las piezas de esta formación que unió a Cristina Manjón, 'Nita', con Ale Acosta en una aventura de esas cuyo punto final no se atisba con clarividencia. Sin embargo, el resultado no ha podido ser más fructífero. En 2016 publicaron su cuarto trabajo, 'Aurora', un disco más bailable y electrónico que el anterior, 'Trece Lunas'. Este sábado 2 de septiembre llegan a Cascante. Lo hacen como cabezas de cartel del Estaciones Sonoras de Verano. (Programa completo aquí).
"Cascante no lo había oído nunca, la verdad. ¿Me dices que la revista en la que trabajas está en Tudela? Tudela, por la gastronomía, lo tengo más oído. ¿Puede ser?
Es la única referencia de 'Nita', al otro lado del teléfono, acerca de la Ribera, de Cascante y del Estaciones Sonoras. Le decimos que en Cascante organizan con gran éxito de público este festival de categoría, por el que han pasado Ángel Stanich, León Benavente, Sidonie, El Drogas... Entonces, empieza a emocionarse, igual que uno se viene arriba escuchando 'Salvaje', el single más destacado de su último disco. Tienen ganas de conquistar al público.
Escenario pequeño, festival pequeño... pero un público más cercano y entregado, multigeneracional. ¿Mejor o peor que un 'macroconcierto' en una gran sala?
En el caso del tipo de público, nuestro 'target' es de muy diferentes edades, con lo que estaremos cómodos. Y sobre la naturaleza del festival, nos parece muy positivo que se organicen este tipo de festivales en localidades pequeñas. En cuanto al público, todo tiene su punto. Hay muchos festivales multitudinarios en los que te ponen al público muy lejos, tienen esa manía que al final lo que consigue es que la actuación no le llegue bien a la gente. A mí personalmente no me gusta eso y los conciertos en sitios pequeños son muy bonitos.
¿Qué pueden esperar las personas que vayan a ver en directo a Fuel Fandango por primera vez?
Sobre todo mucha positividad. Hacemos un show con ritmos muy bailables y la gente se divierte. Por eso animo a todos aquellos que no nos conozcan a que se acerquen porque van a disfrutar.
Uno de los aspectos en los que inciden los grupos musicales es en 'buscar su sonido propio'. Para Fuel Fandango, una formación de estilo ecléctico, ha sido más difícil lograrlo durante estos años?
Desde luego no ha sido un camino fácil. Llevamos unos cuantos años, tres discos antes de este último y no ha sido sencillo. Al mezclar tantas cosas, el sonido puede desvirtuarse un poco. Por eso hemos vivido un proceso largo hasta encontrar aquello con lo que nos sentimos identificados. Al principio dimos más palos de ciego pero con el tiempo hemos madurado hasta encontrar nuestro camino, personal y profesionalmente. Hemos hallado un camino más verdadero.
A ese respecto, vuestro último trabajo, 'Aurora', es quizás el disco en el que más empastan dos corrientes tan dispares como el flamenco y la electrónica. ¿Lo creéis así?
Creo que sí. Dentro de que hacemos música de baile con matices flamencos, este ss un disco con más letras en castellano, con más melodías vocales que se asemejan al flamenco, con colaboraciones con grandes artistas del género como Estrella Morente o Dani de Morón, músicos de Córdoba y Alicante que se dedican al flamenco... todos han aportado su arte y este trabajo está más enfocado a eso, al contrario que otros que incidían más en el funk, por ejemplo.
En la actualidad hay un momento vital que no es muy agradable y por eso nos gusta escribir y proponer cosas que a la gente le alegren y le quiten los problemas de la cabeza
Hablas de Estrella Morente. ¿Es cierto que tuviste la oportunidad de conocer a su padre, Enrique, cuando eras una joven cantante de copla? ¿Qué recuerdas de ese encuentro?
Sí, le conocí cuando yo tenía 13 años y cantaba copla. Estaba también con mis padres en ese momento. Mi recuerdo es el de una persona muy humilde, que me dio consejos muy valiosos y que me animó a no dejar el mundo del flamenco. Sé que si hubiese visto este proyecto que hemos creado Ale y yo estaría muy feliz. Le recuerdo como un señor entrañable, tanto a él como a su mujer.
Hay grupos que, cuando se les pregunta por el significado de las letras -algo en lo que los periodistas y el público a veces somos muy machacones- , apelan a la espontaneidad en la composición. ¿Ocurre lo mismo en vuestro caso?
En nuestro caso, pensamos lo que queremos decir. Cambiar el mundo probablemente no lo consigamos, pero sí nos gusta aportar positividad, transmitir mensajes de alegría, de felicidad... no hemos sido de escribir cosas tristes y oscuras, sino luminosas. Hay un momento vital, tanto en nuestro país como en líneas generales, que no es muy agradable, y por eso nos gusta escribir cosas que a la gente le alegren y le quiten los problemas de la cabeza.
Termináis la gira de otoño en un mes y medio. A partir de ahí, ¿más conciertos fuera de España o vista puesta en un nuevo trabajo?
Nos vamos a tomar un descanso después del 30 de noviembre, que es cuando acabamos con un concierto en Madrid. Queremos descansar, darnos un respiro, estar unos meses buscando inspiración en viajes y lugares para ponernos con el siguiente disco, que tenemos muy claro que queremos sacar.
