El festival Estaciones Sonoras ha presentado su balance anual en una de sus ediciones más especiales, la que ha conmemorado el X Aniversario de un festival, nacido de la mano de la Asociación Radio Cierzo de Cascante en 2013, y que diez años después ha conseguido que cada año lleguen alrededor de 14.000 asistentes de todo el mundo hasta el pequeño pueblo de Cascante para disfrutar de su música.
Con una inversión de 340.000€ el retorno de inversión de esta edición alcanza el 200%, con una ocupación hotelera en Cascante y alrededores del 99%, y con aforos completos en los cuatro ciclos del 2023.
Dirigido por Anselmo Pinilla, esta edición “ha supuesto una sucesión de alegrías ya que nos hemos encontrado con el respaldo de nuestra comunidad que ha agotado todas las entradas, pero también de asociaciones, gobierno, instituciones y comerciantes que ven como Estaciones Sonoras supone un gran aliciente turístico y económico en nuestra región”, explica.
Hasta el festival se han desplazado asistentes de 32 provincias, que incrementa su exposición nacional siendo el 70% de fuera de Navarra, lo que supone una gran inyección turística para la región.
“Creo que la magia de este proyecto reside en la cercanía con la gente”, explica Pinilla. “Es parte de nuestra huella e identidad, porque es una programación hecha desde el corazón, sin artificios, desde la hospitalidad que el pueblo de Cascante brinda tanto a las bandas, como a los asistentes que vienen de dentro y fuera de nuestra región”, señala su director.
Y es que solo en 2023 han pasado por este X Aniversario, más de 40 artistas como El Drogas, Xoel López, con su proyecto Deluxe, Second, Smile, Viva Suecia, Quique González o Shinova, entre muchos otros.
“Nuestro objetivo es generar una economía circular implicando a hostelería, comercios, asociaciones, colectivos a través de la cultura y de la música”, explica Pinilla. “Programamos bandas de consolidada trayectoria, pero también impulsamos el talento navarro con artistas como la grandísima Andrea Santiago o emergentes como Lillo o Cobardes, finalistas del concurso de bandas de la Navarra Music Commision. Si a eso le sumamos el encanto de poder disfrutar de ellos en espacios singulares como es la celebración de la edición de invierno en una bodega, o la de primavera y verano en el patio de las Antiguas Escuelas, donde muchos estudiamos de pequeños, hacen que el festival gane cada año más adeptos y que como consecuencia, el retorno de inversión sea cada vez mayor”, señala Pinilla.
Una edición que cierra su X Aniversario reivindicando la riqueza gastronómica navarra y que apuesta por ella como uno de los alicientes de su programación paralela. Catas de vinos y cervezas premium, comidas solidarias en beneficio del Banco de Alimentos, o la celebración en su última edición de la Gastroestación, son algunas de las actividades que más demanda han generado. Esta última, consiguió reunir a grandes estrellas de la alta cocina como Pepe Solla, Nacho Gomara o Leandro Gil en una cata sin precedentes con productos inspirados en las bandas y la música y sesiones dj en directo, agotando las entradas en apenas 48 horas.
“Tenemos el privilegio de estar ubicados a las faldas del Moncayo en plena Ribera Navarra y con una gran tradición culinaria”, explica Saioa Sesma, coordinadora del festival. “El aliciente del pequeño formato con aforos que no superan los 2000 asistentes, junto a una gastronomía de altísimo nivel siguen siendo grandes reclamos para el festival”, explica. “Hemos conseguido mantenernos 10 años sin perder nuestra esencia. Somos un ciclo-festival de pueblo -y a mucha honra- que apostamos por un concepto más acogedor, cercano e intergeneracional con el que disfrutar con los cinco sentidos”, explica.
En este X Aniversario, se han realizado además de conciertos, numerosas actividades culturales y de integración social en más de 10 emplazamientos, como el recinto de las antiguas escuelas, el parque de Romero, la Plaza de los Bobadilla o la Plaza de los Fueros entre otros. Entre ellas, free tour por los lugares patrimoniales de Cascante, presentaciones de libros como el de Ángel Carmona, graffitis urbanos en colaboración con festivales como el Azada Fest, diversas actividades infantiles o exposiciones fotográficas en más de 50 comercios locales, entre otras.
Un festival musical, pero también solidario, ya que son numerosas las iniciativas sin ánimo de lucro que se impulsan como talleres en favor de la sostenibilidad del ecosistema local, visitas de colectivos como el de jubilados, o los niños de las escuelas a los ensayos de las bandas, o la celebración del “Entorno Sonoro”, un proyecto en colaboración con la asociación cascantina de amigos de la naturaleza “Muérdago”, que por tercer año consecutivo promueve la recuperación del entorno natural de la localidad a través de actividades educativas, medioambientales y culturales. De hecho, en esta edición, se han conseguido fabricar 30 cajas nido que se instalarán durante el invierno y permitirán el anide de diversas especies de gran importancia en la zona.
Con la pasada edición de otoño, se cierra una edición “con un resultado más que satisfactorio” para Pinilla, “cada vez hay más grupos, entidades, empresas, voluntarios y público que quieren sumarse a nosotros y estamos muy felices por cumplir 10 años celebrando la música con ellos” concluye.
El festival Estaciones Sonoras fue uno de los 13 proyectos seleccionados por la primera edición del Programa Innova Local en 2022, impulsado por Fundación Caja Navarra y Fundación ¨la Caixa”, para contribuir a fortalecer el tejido rural navarro, impulsando su crecimiento, innovación, eficiencia y productividad en beneficio del desarrollo de la Comunidad Foral de Navarra.
