Castiliscar

Castiliscar recupera su pasado romano con unas prospecciones

Los restos hallados muestran un edificio funerario de grandes dimensiones que formaba parte de una villa agrícola de la primera mitad del siglo I d.C.

Un momento de la visita a los restos romanos encontrados en Sonavilla, un enclave de Castiliscar lleno de historia
photo_camera Un momento de la visita a los restos romanos encontrados en Sonavilla, un enclave de Castiliscar lleno de historia

La última campaña de prospecciones llevada a cabo en el municipio cincovillés de Castiliscar ha sacado a la luz unos restos romanos de interés. Concretamente, se trata de un edificio construido con grandes sillares de arenisca que podría ser un monumento funerario de importantes dimensiones, “quizá el más grande de los existentes en la Comarca de las Cinco Villas”, explicó el arqueólogo Javier Andreu. 

Andreu, que es el director científico de Los Bañales y del diploma de arqueología de la Universidad de Navarra, guió la visita guiada que se llevo a cabo el pasado 17 marzo en Sonavilla, emplazamiento donde se encuentran los restos arqueológicos. Sonavilla “fue una antigua villa romana, la unidad mínima de explotación agropecuaria del territorio rural de las ciudades romanas”, concretó el experto. 

En la visita participaron, además, representantes del Ayuntamiento de Castiliscar, entidad que apoya esta iniciativa. 

“El término municipal de Castiliscar debió de depender de la ciudad romana de Los Bañales (Uncastillo) y contaba con varios enclaves romanos, además de Sonavilla, como San Román. La concentración de miliarios en el término municipal de Castiliscar prueba el carácter de encrucijada de esta población entre los siglos I a. C. y III d. C.”, apuntó el experto. 

En cuanto al monumento funerario, Andreu precisó que “fue excavado en los años 80 por Peña Lanzarote, pero no se veía porque la maleza lo había tapado. Gracias a la limpieza llevada a cabo por un peón del Ayuntamiento de Castiliscar se ha podido documentar gracias a la fotogrametría y a través de un dron”. 

Los primeros indicios revelan que este monumento sería del tipo templo, semejante al de Fabara (Zaragoza), de notable envergadura -más de 20 metros de lado- o bien ante un gran altar monumental o monumento turriforme como no faltan ejemplos en Santa Criz de Eslava (Navarra). 

“Sólo la excavación completa del recinto podrá confirmarlo y ubicar el monumento en el contexto de los otros monumentos funerarios romanos conocidos en tierras de Biota o de Sádaba”, apuntó el especialista. 

Si bien, “por el perfil de los sillares, la técnica constructiva y el almohadillado que exhiben algunos de ellos, podríamos estar ante una construcción de la primera mitad del siglo I d. C. provista de un pequeño pórtico de acceso y una cámara funeraria interior”, argumentó Javier Andreu. 

Todos sus secretos saldrán a la luz con los sondeos que se llevarán a cabo en próximas ediciones del Campus de Arqueología de Castiliscar. 

Pasado romano 

El término municipal de Castiliscar cuenta con un amplio poso romano. Así, se constata en la concentración de miliarios que existen en su término municipal. Así, la localidad se ubicaba cerca de la vía Caesar Augusta-Beneharnum, “que dio sentido a la urbanización de la Comarca de Cinco Villas en época romana”, puntualizó el arqueólogo. 

Para la realización de todos estos trabajos se ha empleado una metodología experimental de georreferenciación del material en superficie dirigida por Leticia Tobalina, del diploma de arqueología de la Universidad de Navarra. 

La acción ha sido posible con la financiación del Ayuntamiento de Castiliscar y de la Confederación Nacional de la Construcción y al convenio entre el consistorio y la Fundación Uncastillo, gracias al que diez estudiantes pudieron participar en el I Campus de Arqueología de Castiliscar. Una experiencia que se repetirá, próximamente.