Tudela

Una vida de danzas y gigantes

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Cuatro décadas en la brecha

Sencillo, cercano y entregado al folclore de Tudela. Así es Juan Ramón Marín Aguirre (16-9-1953), quien, a punto de cumplir los 60 años, ha sido galardonado con el prestigioso premio del Tudelano Popular en su edición de 2013. Tras la votación que puso en marcha la Peña Ciudad Deportiva, organizadora de este evento, Marín tendrá el honor de recibir un caluroso homenaje en el Paseo del Queiles el día 26 de julio a las 22 horas.



A Marín le costó incluso entrar en la sala de la Peña Ciudad Deportiva en el momento del anuncio de su nombramiento. Los aplausos le abrumaron. Según sus propias palabras, "estaba algo reacio a recibir el premio, aunque la familia ha insistido y me decían que tenía que hacerlo". "No me siento a gusto entre flashes y cámaras, no me suelen gustar estas cosas. Al final siempre te sacan fotos, pero soy de los que piensa que, si sales poco, mejor", reconoce.



Tal alejamiento de la notoriedad, sin embargo, no está reñido con el gran amor que este pamplonés de nacimiento pero tudelano de adopción profesa por la que es su ciudad y su casa. Marín, pese a resistirse en un principio, admite que la ilusión por ser nombrado Tudelano Popular es tremenda. "Debo decir que recibo el galardón muy a gusto. Hace mucha ilusión, y más aún sabiendo que es la gente de Tudela la que vota", señala.



El hecho de figurar en una lista con nombes tan importantes aumenta el orgullo de Marín. "Conozco a todos los que han sido elegidos antes que yo. A todos. Son gente que ha hecho historia y es un orgullo formar parte de ella a partir de ahora", afirma. Enamorado de las fiestas, asegura que "le gusta todo" de ellas. "No cambio absolutamente nada de las fiestas. Cada momento tiene su historia y merece la pena. Los almuerzos, las juergas que surgen con cualquiera, los toros... me gusta todo", cuenta.

La de Juan Ramón Marín es la historia de alguien profundamente unido al folclore de Tudela. Desde 1969, año en el que entró a formar parte del Grupo Municipal de Danzas, no ha parado de contribuir a la cultura y tradición festiva de la capital ribera. Aún como 'dantzari', Marín fue uno de los artífices de la creación del grupo de danzas Erribera Taldea. Tras unos años, pasó a convertirse en integrante de la Comparsa de Gigantes del Ayuntamiento de Tudela. "Ya estaba mayor para las danzas. En principio nos dijeron que debíamos estar cinco años a cargo de los gigantes. Y aún duramos", relata con una sonrisa en la cara.



Han pasado 25 años desde entonces, y él tiene mucho que ver en muchas de las nuevas tendencias de la comparsa. Por ejemplo, el ya tradicional baile de los gigantes en la Catedral el día 24 con motivo de la Novena de Santa Ana se produjo en parte gracias a su insistencia. Aquel histórico primer baile en la seo tudelana data de 1992. La habitual reunión 'Navarra, tierra de Gigantes', también surgió en parte por su dedicación a la comparsa.



Su último destino ha sido la comparsa Perrinche, con sede en el Barrio de Lourdes, en el Centro Cultural Miguel Sánchez Montes. "En eso tuvieron más la culpa mi hijo y otro compañero. Llevaron a los chavales primero y después me preguntaron sí podía echar una mano, porque a mí me harían más caso. Y luego ya, me dejaron solo", comenta entre risas. Juan Ramón Marín no falla en los ensayos de Perrinche y su habitual agenda apretada se congestionará aún más durante estas fiestas. Gigantes, Tudelano Popular... y también una segunda nieta que espera para mitad de julio, pocos días antes de que se lance el chupinazo.