Tudela

Que siga la fiesta

Escribo estas líneas esperando que la luz y el sol se asienten definitivamente después de un lluvioso y frío año de 2013.



Sin primavera no hemos cogido el tono vital necesario para prepararnos para el verano, así que todo será más brusco y pasaremos del frío al calor asfixiante.



El tiempo se ha aliado con la situación de depresión colectiva de una crisis que va destruyendo las economías domésticas, derechos sociales y laborales, con una gran bolsa de parados que precariza el empleo y plantea un futuro incierto a nuestros jóvenes.



Pero son tiempos de esperanza, una sociedad siempre estará viva si es capaz de unir voluntades para generar toda esa energía positiva necesaria para afrontar el futuro.



Las fiestas de Santa Ana, conforme pasan los años de la vida, cada vez adquieren más valor porque participas en una fiesta colectiva, y eso nos revaloriza como sociedad y como pueblo,

y porque puedes elegir tus momentos preferidos y sentir sensaciones profundamente enraizadas en tu corazón

y tu memoria.



Son fiestas para todas las edades y géneros, para todos los públicos, abiertas a todos los ciudadanos del mundo.

La calle adquiere su auténtico significado de espacio público, la música suena en todos los rincones de la ciudad, homenajes, ofrendas, procesiones, fuegos artificiales, encierros, toros, bailes y siempre unos excelentes productos naturales para poder seguir bebiendo.



Sólo os deseo que disfrutéis de estas fiestas de Santa Ana, con la esperanza de unos tiempos mejores.



¡Que siga la fiesta!


¡Viva Santa Ana!