Fitero

"Me preocupa que parece que aquellas primeras semanas de inquietud y de miedo se nos hayan borrado de la memoria"

Miguel Aguirre Yanguas cumple su primer año como alcalde de Fitero.

Miguel Aguirre Yanguas, alcalde de Fitero
photo_camera Miguel Aguirre Yanguas, alcalde de Fitero

Ha pasado ya un año desde que Miguel Aguirre Yanguas fuera nombrado alcalde de Fitero y nos ponemos en contacto con él para que nos cuente cómo está siendo esta experiencia. 

¿Cómo ha sido este primer año al frente del Ayuntamiento?

Sin duda muy distinto al que me había imaginado. La ilusión de los primeros meses se vio amenazada gravemente por una situación que fue desbordante, en todos los sentidos. Me refiero, como parece evidente, a la grave crisis sanitaria a la que seguimos haciendo frente. Evidentemente todo el trabajo que habíamos realizado de planificación, de estudio de proyectos existentes y encargo y análisis de otros es una tarea que está realizada y que ya, poco a poco, vamos retomando. Pero ciñéndome a la pregunta; el primer año ha sido un maridaje perfecto entre la ilusión y la perplejidad ante lo vivido.     

Miguel Aguirre Yanguas, alcalde de Fitero 3

¿Qué cambios se pueden apreciar durante este tiempo?

Acabaremos el año con cambios evidentes. La mayor parte de los proyectos de envergadura los planificamos para final de este año (peatonalización parcial del Paseo de San Raimundo, finalización de la escollera, nuevo plan de tráfico local) evidentemente sin intuir cuando diseñábamos los presupuestos allá por diciembre, la que se nos venía encima. Ahora, con la incorporación a la brigada de 6 personas durante 6 meses, también empezaremos a “limpiar” el pueblo y hacer ciertas intervenciones que quizás por la inercia se dejaban aparcadas. Hay que adecentar la casa común y concienciar que todos somos responsables de ella.

¿Cuál ha sido el mejor y el peor momento de lo que llevamos de legislatura?

El mejor no puedo identificarlo con un momento puntual, sino con una sensación prolongada en el tiempo al comprobar la ilusión y el compromiso del equipo de gobierno. Es profundamente estimulante ver que las pilas están permanentemente cargadas, que surgen ideas, proyectos, propuestas…

Miguel Aguirre Yanguas, alcalde de Fitero 1

El peor, al contrario, sí que lo puedo establecer espaciotemporalmente. La primera desinfección de calles que realizamos. Era de noche, las 6 y media de la tarde; el silencio de todas las calles de Fitero y el ruido, para mí ensordecedor en ese momento, de los tractores con sus depósitos; la gente bajando las persianas, otros mirando la situación por la ventana... ¡se me cayó el alma a los pies y reconozco que aquella sensación tan desgarradora, emocionalmente, me duró varios días! Pero había que dedicarse a cuidar al pueblo. Y creo que, seguramente con fallos, lo hemos hecho con bastante decoro.

¿Cómo está la situación actual de Fitero respecto al COVID-19?

Después del zapatazo tan brutal, ahora tratando de recomponernos. Nos ha pegado inmisericordemente. Me preocupa que parece que aquellas primeras semanas de inquietud, e incluso de miedo, se nos hayan borrado de la memoria. No podemos actuar como si aquí no hubiera pasado nada. No, no. Hemos vivido una situación muy grave, que todavía no ha acabado y al menos por ahora tenemos que acostumbrarnos a vivir de otra manera. Bajar la guardia es una inconsciencia y yo, personalmente, prefiero ser acusado de actuar con excesiva prudencia que de ser un atrevido aventurero.

¿Cómo se presenta el verano? 

Pues el verano será atípico, diferente y extraño; y es que entiendo que no puede ser de otra manera, por lo mismo que decía antes. Piscinas, lo veo complicado pero no hay una decisión firme adoptada por el equipo de gobierno. Eventos y actos habrá, por supuesto. De hecho las concejalías de cultura y juventud están haciendo un trabajo ímprobo para que la extrañeza del verano se pueda compensar de alguna manera. La APYMA, los servicios sociales y el Ayuntamiento estamos en todo momento barajando y analizando propuestas; también los jóvenes, con los que nos hemos reunido para escucharles y analizar sus iniciativas. Pero todo cuanto se haga se realizará si se pueden garantizar las medidas de prevención y de seguridad. Las actividades que consideremos que no pueden ser seguras, evidentemente no las haremos. Está claro. Insisto en algo que me parece de sentido común, aunque ya sabemos eso del sentido común como funciona en ocasiones: lo que hemos vivido es muy serio y muy grave, los ayuntamientos tenemos competencias en salud pública, y por lo tanto la prevención debe primar por ahora cualquier iniciativa. La única política válida en estos momentos es la de prevenir, prevenir y prevenir. Aunque eso suponga renuncias. Nadie morirá si no están abiertas las piscinas o si no hay fiestas. Un rebrote sí que se puede llevar a gente por delante.

Un mensaje a sus vecinos.

En primer lugar gracias. Saldremos juntos de esta situación gracias al compromiso de todos. Ahora es tiempo de recomponernos, en todos los sentidos. Emocionalmente también. Hay mayores que siguen sin salir a la calle por miedo; también eso deberemos trabajar. Hay algunos jóvenes que creen que esto se ha finiquitado y que aquí no pasa nada: ¡no... por favor, siempre con la mascarilla! Me siento muy orgulloso de representar a mi pueblo, y aunque parezca paradójico, la situación que hemos vivido me ha acercado a muchas y nuevas personas. Pero insisto aun corriendo el riesgo de ser reiterativo y demasiadamente insistente: esto, o lo hacemos juntos y observando todos lo que en cada momento se nos vaya indicando, e incluso siendo más prudentes aún, o podremos correr nuevos e innecesarios riesgos. Todos somos responsables de nuestra propia salud y de la salud de nuestros vecinos. Eso supone convertirnos en cuidadores activos de los demás. Es lo que ahora toca hacer.