A finales de abril, la presidenta María Chivite anunció que la licitación de las obras de la segunda fase del Canal de Navarra se abriría a finales de 2023. Así como detalló que el proyecto incluirá la construcción de dos macrobalsas cerca de Tudela y de Pitillas. Ante estas afirmaciones se ha pronunciado Javier Esparza, portavoz de Na+ y presidente de UPN, pidiendo a Chivite que “deje de engañar a la Ribera”. “Ni ha habido aprobación del proyecto todavía por parte de la sociedad pública CANASA ni con toda seguridad se van a poder licitar las obras a finales de 2023 como anunció Chivite a bombo y platillo a los medios el 25 de marzo, según reconocieron ayer responsables del propio Gobierno foral”, ha argumentado.
Esparza ha calificado al Gobierno foral como, “experto en incumplir plazos y retrasar la llegada del agua a la Ribera, debido a su ineficacia en la gestión y a sus luchas de poder internas con Geroa Bai y Bildu”. Al mismo tiempo que ha enfatizado que el retraso es mayor en perspectiva con los “36 meses desde el inicio de la legislatura”, a los que añade “los cuatro años de retraso del cuatripartito. Basta de marear tanto la perdiz, de mentiras y de propaganda falsa”.
En palabras de Esparza, el retraso conllevará la pérdida de la financiación llegada desde la Unión Europea. Finalmente, ha denunciado que la coalición sigue sin recibir la documentación relacionada con el proyecto. “Después de pedirlo y de que no se nos diera, ahora nos enteramos de que no se dispone de él y que incluso no hay definición de la zona regable”, ha afirmado.
Durante el anuncio de las obras el pasado abril, Chivite aseguró que el proyecto estaría concluido “a finales de este mes de marzo y será sometido a la supervisión técnica del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico”. Dicho proyecto contempla la construcción de dos balsas próximas a Pitillas y Tudela, esta última con una capacidad de almacenamiento de 7,95 millones de metros cúbicos. Asimismo, se prevén construir una conducción de doble tubería de acero de 71,4 km de longitud, que parte del canal actual en el término municipal de Pitillas y finaliza en Ablitas, cruzando los ríos Aragón, Ebro y Queiles, las Bardenas Reales y las autopistas A-68 y AP-68.
La presidenta destacó también en la intervención que la segunda fase del Canal va a suponer en la práctica “una garantía para que más de 70.000 habitantes de la Ribera puedan consumir agua de calidad, y la puesta en riego de hasta 21.522 hectáreas, lo que nos permitirá avanzar en el desarrollo territorial sostenible de la comunidad y en el desarrollo económico de la Ribera”.
