¿Cómo surgió la idea de escribir una novela? ¿Habías escrito algo con anterioridad, qué te empujó a continuar?
La idea surgió de manera improvisada, en mitad de una clase. Me vino a la cabeza una frase y pensé que sería un buen comienzo para una novela, así que la anoté y en cuanto tuve ocasión (en el recreo), empecé, sin pensar ni mucho menos en terminarla. Pero la verdad es que me enganchó la historia y acabé por terminarla. Ha sido prácticamente lo primero que escribo. Hasta ahora había escrito algún relato corto, algún poema, pero nada serio.
Hoy en día los jóvenes parece que no dedican demasiado tiempo a la lectura y menos aún a la escritura, ¿por qué crees que ocurre esto?
Pienso que parte de la culpa la tienen los propios jóvenes, ya que nos gusta más jugar a los videojuegos que leer, y eso es una realidad. Pero creo que también es porque, en los colegios e institutos, los libros que se mandan para que lean los alumnos no son los apropiados. Habría que buscar, en mi opinión, libros que pudieran enganchar a la juventud a desarrollar la lectura, tipo “Harry Potter”, o la saga “Crepúsculo”, entre otros.
La elaboración de la novela “Las Ruinas de Istendra”, ¿te ha dejado tiempo suficiente para otros hobbies personales que tengas?
Pues la verdad es que me ha quitado mucho tiempo, ya que siempre estaba pensando en la historia, en cómo continuar, en si cambiar algo... pero la mayor parte de las veces dejaba lo de escribir para la noche, cuando mis padres y mi hermana se iban a dormir, que es el momento en el que más fácil me viene la inspiración. Así que he tenido tiempo también para dedicar al baloncesto, al que llevo jugando ya doce años (toda mi vida prácticamente) y que es mi gran pasión.
¿Qué otras aficiones tienes?
Aparte de leer, escribir y practicar baloncesto, me encantan los deportes en general, soy un chico muy competitivo. En cuanto me entero de algún acontecimiento, de cualquier tipo, suelo acudir de inmediato. Y, por supuesto, como a todos los jóvenes, me gusta salir con los amigos, ir al cine... vamos, lo normal.
En el futuro, ¿a qué te quieres dedicar profesionalmente?
Me encantaría ser escritor o hacer algo relacionado con el deporte, pero sé que son profesiones muy complicadas, que es muy difícil, prácticamente imposible llegar, por lo que en un principio quiero sacarme una carrera. De hecho, estoy en ello actualmente.
¿Seguirás con la escritura? ¿Tienes algún proyecto iniciado ya o en mente?
Tengo tres novelas empezadas, dos de ellas también de temática fantástica y una de estilo más “realista” que continúo en cuanto tengo un hueco libre. Además de ellas tengo otros proyectos en mente, pero no quiero dar más detalles hasta que no estén del todo consolidados.
¿Cómo acogieron tu familia y amigos esta faceta tuya?
En un principio, el hecho de que yo estuviera escribiendo fue tomado con bromas por parte de todos, pero a medida que todos veíamos que no me cansaba de escribir y que la novela se iba desarrollando, comenzamos a considerar la opción de que llegara a terminarla. Una vez finalizada, han sido felicitaciones constantes y ánimos para que siga escribiendo. Estoy muy agradecido a todos, pero en especial a mi madre, a quien va dedicada “Las Ruinas de Istendra”.
Finalmente, háblanos un poco de la novela.
La novela cuenta la historia de Nessa, que vive en un pequeño pueblo, a las afueras del Imperio, con su tía. Un día descubre que en realidad aquel no es su hogar, que ella pertence a otro mundo y a otra raza. Nessa se da cuenta de que no es humana, que pertenece a una raza mucho más antigua, la de los elfos. Decide escapar con el objetivo de buscar Istendra, la ciudad oculta de los elfos, teniendo siempre en su cabeza derrocar al causante de todo su sufrimiento, el rey. En su camino encontrará y conocerá a muchas personas; unos la ayudarán, pero otros tratarán de que no consiga su objetivo.
