Al hilo de las jornadas ‘Los retos de la migración en los pueblos de Navarra: Fitero como lugar para la reflexión’ organizadas en octubre, el alcalde de Fitero, Miguel Aguirre Yanguas, ha hecho un llamamiento al Gobierno de Navarra para afrontar el reto de la población migrante. Actualmente esta suma el 25% del total, del cual un 90% es de origen marroquí. Una de las demandas concretas es la implantación de un promotor escolar de forma permanente para mejorar la situación en el colegio Juan de Palafox en el que el 70% del alumnado es de origen migrante.
La localidad presenta un alto incremento en la población migrante desde hace varios años, tal y como se recoge en el diagnóstico de convivencia realizado entre 2019 y 2020 y en el Plan de Convivencia presentado en marzo de este año. A pesar de que ambos proyectos han sido realizados por el Ayuntamiento de Fitero gracias a una subvención del Departamento de Políticas Migratorias, con el que mantienen relación, Aguirre reclama la necesidad de un plan estratégico urgente que no esté sujeto a convocatorias de libre concurrencia y garantice los servicios. “Los ayuntamientos no disponemos de herramientas para afrontar esta realidad. Estas líneas no pretender ser solo crítica, sino un grito desesperado”, concluye en una carta firmada recientemente por el alcalde.
Según datos del Observatorio de la Realidad Social de Navarra, la Ribera es la zona con mayor tasa de paro y menores rentas. Tambien, se señala que el Valle del Alhama integrado por Fitero, Cintruénigo y Corella, presenta un acusado aumento del riesgo de pobreza severa. En este contexto se ha producido la pérdida de la figura del promotor escolar que el colegio había conseguido durante el curso pasado. “Queremos que se atienda la realidad del colegio de Fitero en base a la realidad social que sostiene”, explica el primer edil fiterano ya que el 70% del alumnado es de origen migrante.
En el C.P. Juan de Palafox se ha producido un descenso en los ratios curriculares y por ello reclaman el servicio permanente de un promotor escolar. Este curso, no contarán con él dado que no existe un nivel alto de absentismo, una de las condiciones que marcan las convocatorias de libre concurrencia. Sin embargo, la necesidad de igualar y adaptar el nivel del alumnado es mayor. “La preocupación de los padres va en aumento, como no puede ser de otra manera, y ya hay quienes han optado por buscar alternativas que garanticen la educación de sus hijos fuera de Fitero”, añade Aguirre.
Otro de temas que ha subrayado en su escrito es el idioma. “No podemos estar mendigando, a golpe de subvenciones, cursos de alfabetización para migrantes que ayuden a eliminar esa primera barrera de integración que es el idioma. Necesitamos planes de alfabetización, a medio y largo plazo, no “cursillos” de unos meses bienintencionados”, afirma con contundencia. “Necesitamos que la gente en cuanto llegue pueda aprender castellano y que la Administración ofrezca ese cauce que facilitará su integración en el medio comunitario”, añade.
Las jornadas que aglutinaron a diferentes agentes implicados con la realidad migratoria local en Fitero como servicios sociales, educación, entidades sociales, sociólogos y la propia comunidad migrante, permitieron un espacio para la reflexión cuyas conclusiones próximamente se harán públicas según ha informado el alcalde de la localidad.
